Mis sueños son muy curiosos. Supongo que todo el mundo tiene sueños curiosos, pero cuando yo comparto mis sueños con los demás, además de parecerme curiosos a mí, todo el mundo alucina con ellos. No sólo con el argumento y características de los sueños en sí, que muchas veces son de película, sino también con determinados mecanismos de funcionamiento de mis sueños. De esos mecanismos, los dos que más me gustan o al menos los dos que más curiosos me parecen son los que yo denomino "consciencia subconsciente" y "sueño interactivo".
La consciencia subconsciente sucede cuando en mitad de un sueño, generalmente cuando el sueño trata sobre algo malo, una especie de voz en off dice "bueno, menos mal que esto es sólo un sueño". Es una especie de mecanismo de autodefensa que evita que me preocupe o altere cuando en el sueño me sucede algo malo (me roban, muere un ser querido, o cualquier otra circunstancia desagradable). Es como si por encima del sueño subconsciente, hubiese una capa consciente de control, de supervisión o incluso de censura, que no entra en acción salvo que el subconsciente adentre el argumento en terrenos peligrosos. Esto me sucede con bastante frecuencia. Sin embargo en una ocasión esto no funcionó como de costumbre. Era un sueño en el que yo era un asesino en serie al estilo de Patrick Bateman, realmente malo y perverso, pero en esa ocasión la capa de supervisión, en lugar de decir "menos mal que esto es sólo un sueño", decía "no puedo estar haciendo esto, no puedo estar soñando que soy un asesino". Era como si la capa de supervisión sólo mostrase perplejidad, como si en esa ocasión no pudiese intervenir del modo habitual. Este mecanismo no he conocido a nadie a quien le suceda.
El sueño interactivo es el mecanismo mediante el cual mi sueño usa cualquier estímulo sensorial exterior y lo integra en el sueño. Me ha pasado con estímulos táctiles, pero sobre todo me pasa con estímulos auditivos, sobre todo con el despertador. De alguna manera, cuando oigo el despertador, mi subconsciente, que en ese momento está soñando, crea algún tipo de "suceso" dentro del sueño que permita integrar ese estímulo en el sueño de modo que encaje. Esto se asemeja mucho a la tarea de "homogeneización" que lleva a cabo el cerebro, y de la que se habla en "El alma está en el cerebro". Entre las integraciones del sonido del despertador que he experimentado está el canto de un pájaro, el sonido de un teléfono o incluso el grito de un niño. Esto tampoco sabía de nadie a quien le pasara hasta hoy, pero estoy leyendo una autobiografía de Richard Feynman (ya la comentaré más adelante), en la que cuenta precisamente que le ocurría lo mismo.
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