Debido a mi trabajo, tengo acceso a ciertos indicadores de negocio que me permiten conoce la productividad de los empleados de la compañía. Parece mentira, pero cuando hace mal tiempo la gente trabaja mucho más.
Es curioso porque haga buen o mal tiempo los empleados permanecen en un entorno estable acondicionado a unos 23 ºC. Ni se mojan, ni les da el sol. Sin embargo cuando hace buen tiempo baja alarmantemente la productividad y el trabajo que realizan, mientras que si se desata una semana de terribles tormentas, como las que estamos padeciendo, la gente empieza a trabajar a un ritmo frenético. Es como si el buen tiempo les distrajese.
Si fuese el jefe de Dilbert, tapiaría las ventanas para impedir a la gente saber si hace buen o mal tiempo, o aún mejor: ¡Crearía un sistema que simulase intensas lluvias en el exterior a ojos de los empleados! MWAH HA HA HA HA!
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