Yo tomo el café con leche sin azúcar. En el café solo con hielo me echo dos cucharaditas, y en el té con leche, me pongo cuatro. En ocasiones la gente se sorprende de que no me eche siempre la misma cantidad de azúcar. Entonces el que se sorprende soy yo. Si es distinto un té con leche de un café con leche, ¿por qué voy a ponerme la misma cantidad de azúcar?
Lo mismo sucede con las preferencias electorales. En función del ámbito local, autonómico, estatal, etc. se puede elegir una opción u otra. Esta mañana he escuchado a Esperanza Aguirre decir que la victoria del Partido Popular en Madrid ha sido una moción de censura a Zapatero. Y yo me pregunto: Si lo que se votaba en estas elecciones (a pesar del PP) era la política autonómica y municipal, ¿qué pinta Zapatero en todo esto? Soy consciente de que hay gente que siempre vota al mismo partido como si estuviesen abonados, pero hay otra gente que discierne el ámbito y el alcance de cada convocatoria electoral y adecúa su voto a las circunstancias que están sobre la mesa.
Afortunadamente Esperanza Aguirre no me sirve el café o el té. Si lo hiciese me pondría siempre el mismo azúcar.
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