21 may 2007

Mear con seguridad

La información que estoy a punto de revelar, es altamente secreta y privilegiada. De hecho, puede desequilibrar los hábitos de multitud de seres humanos, sobre todo del género masculino, por lo que ruego discreción absoluta.

Voy a revelar las claves sobre cómo mear en un baño público con seguridad.
Nota: Todas las imágenes que se muestran a continuación han sido tomadas por un especialista en un entorno cerrado y bajo condiciones de seguridad.
Quizá sea manía mía pero una de las tareas más odiosas a las que me enfrento día a día es mear en un baño que no es el mío o de confianza. Cada día miles de humanos mean (y a veces cagan) en baños públicos en hospitales, oficinas, bares, bares de copas, discotecas, gasolineras... Aunque hoy en día hay baños de gasolineras que realmente le dejan a uno con la boca abierta. Recomiendo a todo el que tenga ocasión, que entre a mear en la gasolinera CEPSA de Aínsa (provincia de Huesca) que tiene el baño más limpio que mis cansados ojos hayan visto jamás en una estación de servicio.

Una última consideración: Esta información es referida al proceso de mear en el inodoro. Yo tengo la sana costumbre de mear siempre en el inodoro en vez de en el urinario de pared. Odio mear contra una pared porque es prácticamente inevitable salpicarse aunque sea en mínima medida y es una marranada. Además, en mi casa lo que tengo es un váter, de modo que busco mear allí donde estoy acostumbrado a hacerlo. Por último, aunque no menos importante, es una sana costumbre limpiarse el pepo (como lo llama mi amigo David, amigo también de esta sana costumbre) con un poco de papel higiénico. Palabra que esto no atenta contra la hombría ni la virilidad. Punto pelota.

Al turrón. El proceso es el siguiente:
Figura 1.
Si se intenta de este modo...
  • Paso 1. Antes de internarte en el área contaminada asegúrate de no tener los cordones de los zapatos desabrochados. Es verdaderamente lamentable entrar en un baño encharcado de orina y darse cuenta dentro de que los cordones están absorbiendo el líquido derramado como si de una fregona Vileda se tratase. Es casi peor que la triste circunstancia de pisar una mierda de perro con los cordones desabrochados y que por ventura el cordón quede entre la suela y la deyección canina. Pero eso es otra historia. Si están los cordones desabrochados o flojos de forma que cuelguen hasta el suelo, asegurarlos para que no toquen el suelo.
  • Paso 2. Abrir la puerta y acercarse al inodoro. En caso de que el aro esté levantado, o de que el inodoro haya sido vandalizado y por tanto carezca de aro (circunstancia mucho más frecuente de lo que pueda parecer), pasar directamente al paso 4.
  • Paso 3. ¡NO TOCAR LA TAPA NI EL ARO CON LAS MANOS DESNUDAS! Si no se disponen de guantes de látex (que será lo más probable), jamás toques con ninguna parte de tu cuerpo ni la tapa ni el aro. Para abrir tanto tapa como aro utilizaremos la única parte de nosotros que a estas alturas ya estará suficientemente contaminada: La suela de los zapatos. Reconozco que esto requiere cierta práctica y que las primeras veces no sale bien, pero es la única forma segura de hacerlo. La técnica que expongo a continuación es la única segura y es fruto de una dilatada experiencia personal:
  • Paso 3.1. Abrir tapa y aro en un único movimiento depende tanto de la pericia personal como del diseño e ingeniería de estos elementos del inodoro. En el peor de los casos, tendremos que hacerlo por separado, por lo que abriremos la tapa con el pie, lo cual no supone demasiado problema.
    Figura 2.
    ...corremos el riesgo de acabar así. ¡Puaj!
  • Paso 3.2. Llegados a este punto podemos optar por ser un poco insolidarios y mear haciendo diana con el aro bajado, poniéndolo perdido para el pobre desgraciado que vaya a reposar su culo en él, o ser unos caballeros, y subir el ar. El siguiente movimiento, abrir el aro como digo, requiere algo más de delicadeza. Jamás hay que abrir el aro por la parte anterior (figura 1), ya que con esto corremos el riesgo de perder el control, que el aro se resbale (cabe aquí recordar que su condición resbaladiza es precisamente la que nos ha impelido a abrirlo con el pie), y quedar el aro reposando sobre nuestro pantalón (figura 2). Sacar el pie de ahí puede ser aún más desastroso que lo que ha sucedido hasta ahora. La forma correcta de abrir el aro es empujándolo siempre por el lateral (figura 3) de modo que en caso de accidente, el pie escapará hacia fuera y el aro caerá de nuevo sobre el inodoro sin mayores consecuencias.
  • Paso 4. Una vez tenemos vía libre. Orinar.
  • Paso 5. Si hemos de tirar de la cadena, o cordoncillo, o similar. ¡JAMÁS USAR EL TIRADOR! Precisamente ahí es donde todo el mundo toca después del proceso. y no olvidemos que somos una minoría los que meamos ahí. La gran mayoría entra ahí precisamente a cagar, y muchas veces tendrán la mano manchada de mierda cuando tiren de la cadena. Y con la mierda pasa como con la mayoría de sustancias corporales, como mocos, legañas, sudor, etc. Toleramos relativamente bien las nuestras pero aborrecemos las ajenas. Busca el punto más alto que puedas alcanzar, y tira de ahí. Si en lugar de cadena, tiene un botón, intenta pulsarlo lo más cerca del borde y alejado del centro, y con la menor superficie de dedo posible. Si además coges una pequeña porción de papel higiénico y la usas como barrera de seguridad para este paso, y aprovechas los primeros momentos del flujo de agua para deshacerte de él, cojonudo.
    Figura 3.
    Modo correcto.
  • Paso 6. Lo ideal es que hayas abierto la puerta ya, usando el mismo trozo de papel higiénico usado para pulsar el botón. Si no había papel higiénico (cosa muy común en los peores baños de gasolineras, bares de copas o discotecas cutres de playa), entonces ¡JAMAS USES EL PICAPORTE! De nuevo ahí es adonde van a parar todas las manos, así que busca cualquier irregularidad en el quicio de la puerta, o incluso tira del pestillito. ¿A qué zumbao se le ocurriría abrir una puerta tirando del propio pestillo en vez de tirando del picaporte? Pues eso.
  • Paso 7. El siguiente paso es lavarse las manos, y requiere menos complicación. Aunque asumimos que todo el mundo tocará la llave del grifo con las manos sucias, también la tocará con las manos limpias por lo que prácticamente queda neutralizado este factor. No obstante, si sospechas de que realmente es una porquería de baño (tiene que ser algo parecido al de "Desperado"), y además tienes la suerte de que haya toallitas de papel (rara vez coincidirán ambas circunstancias, pero bueno...) siempre puedes coger una toallita de papel y cerrar con ella el grifo, y además abrir la puerta y salir a la zona segura. ¡Misión cumplida!

1 comentarios. Deja alguno tú.:

Anónimo dijo...

Claro se nota que eres un hombre, si fueras una mujer serías mucho más paranoico, porque no te tienes que sentar...´¡Qué suerte la tuya!!!!!!!!!!!

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