De todo esto se extraen varias conclusiones. A saber:
- Que los ladrones no tienen pinta de ladrón.
- Que los ladrones son increíblemente hábiles. (Eso no es nuevo)
- Que los ladrones no son inteligentes. Robar a finales de mes una tarjeta de débito e intentar usarla en una joyería es de ser un poco lelo.
- Que la seguridad aplicada a medios electrónicos de pago sigue siendo de risa porque, o el de la joyería estaba conchabado con los ladrones (cosa que me rechina un poco aunque todo puede ser), o bien en la joyería no pidieron el DNI, cosa que es ilegal.
Gracias a Kirai, me consta que en Japón ya están más que implementados sistemas de biometría aplicados a medios de pago, como lectores de manos, basados en la disposición de las venas de la mano, o medidas de seguridad no biométricas pero de relativa seguridad, como el pago con presencia garantizada mediante llave, un sistema que permite pagar con el móvil sólo si el móvil detecta que a menos de 2 metros de distancia se encuentra una llave electrónica, con lo que si nos roban el móvil de la mochila, nos tendrían que robar también la llave electrónica del bolsillo para poder vaciarnos la cuenta. La pregunta del millón es: Si todo esto existe, ¿por qué quienes se ofrecen a custodiar nuestro dinero no nos ofrecen este tipo de garantías? Exige a tu banco.
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