Cuando los primeros coches comenzaron a llevar el radiador en la parte frontal, emplearon el tapón de llenado del mismo para fijar alguna figurilla o emblema de la marca. Y así Rolls-Royce, Hispano-Suiza, Mercedes, Jaguar o Cadillac llevaron y llevan su distintivo, ya no en el tapón del radiador, pero sí en la parte delantera del vehículo. Entonces, algunos quisieron emular a dichas marcas, y comenzaron a colocar en el mismo lugar aditamentos de gusto más o menos discutible. Hasta ahora, de las manifestaciones más horteras que había visto eran los cuernos de vaca que algunos tejanos se colocan en el frontal de su vehículo. Pero lo que vi el sábado es del todo inefable a la par que surrealista.
Como decía, tras apreciar algo raro, me acerqué para comprobar que el tipo de aquel coche había colocado UNA PRÓTESIS DENTAL. Evidentemente no pude refrenarme y saqué algunas fotos con el móvil (lamento la baja calidad) Lo cierto es que aún no me he recuperado del shock entre macabro, vomitivo, surrealista y estrambótico, pero la imagen en mitad de la noche de esa dentadura rampante jamás abandonará mi retina...
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