12 jun 2007

Profesiones que se convierten en mitos sexuales

Es curioso cómo funciona a veces la mente humana, y de qué forma algunas profesiones se convierten en auténticos mitos sexuales. Butaneros, enfermeras, criadas y monjas se llevan desde luego la palma. En un segundo plano aunque también con cierta relevancia están los bomberos, socorristas

Puesto a meditar sobre el tema me he dado cuenta de que una enfermera es alguien que te cuida cuando más desvalido estás. En la enfermedad, etc. Además, durante la Segunda Guerra Mundial (cuando este mito surgió) las enfermeras eran tods chicas jovencísimas que en algunos casos aún no habían cumplido los 20 años que además eran prácticamente el único contacto con el sexo femenino que tenían los soldados. Esto alimentó todo tipo de fantasías sexuales con esta profesión. La criada también tiene una sencilla explicación. La indumentaria de la criada, muchas veces dictada por el dueño de la casa y patrono de la misma, así como la relación de superioridad-sumisión que dictaba esa profesión, unida a los abusos de algunos patronos, era la forma en la que acababan muchas de las chicas jóvenes que huían del pueblo para trabajar en la ciudad. En la mente de los patronos evidentemente se fantaseaba con la posibilidad de que la empleada del hogar, en vez de resistirse, accediese gustosa a las pretensiones de su jefe, o incluso tomase la iniciativa. El mito de la monja no necesita más explicación. Nada más morboso que una monja dispuesta a dedicar su vida a una castidad y que jamás ha probado los placeres de la carne para exacerbar las mentes masculinas. Entre los mitos de segundo orden, el socorrista cobra cada vez más interés desde que hizo aparición en la televisión la serie "Los vigilantes de la playa" (Baywatch). así como bomberos (hombres fornidos y corpulentos que rescatan a una dama en una situación de máximo riesgo), etc.

¿Pero por qué el butanero? De todos los hombres que tradicionalmente han visitado el hogar (electricista, fontanero, butanero, repartidores varios, cartero, etc) sólo el butanero ha concentrado la carga sexual. La coña más habitual es la relacionada con "el hijo del butanero". Lo cierto es que entendería que fuese el cartero por la película "El cartero siempre llama dos veces", donde Jessica Lange protagonizaba aquella tórrida escena, pero no he conseguido dar con una respuesta satisfactoria al mito del butanero.

3 comentarios. Deja alguno tú.:

Laura Sahagún dijo...

Está claro por qué: porque juna a zorromacho más que ninguno. Y no olvidemos al camionero, que no le va la zaga en lo que a olor corporal se refiere; al menos ese camionero de ventanilla abierta en verano, fotos de inspiradoras modelos recauchutadas en la cabina, y pliegues corporales aderezados con el sudor y los sobrantes liofilizados de largas y solitarias jornadas de conducción a una mano...

Anónimo dijo...

Pues yo por mucho que miro al butanero nada de nada......sólo me produce el efecto contrario.

Nacho dijo...

Evidentemente a ningún tío le pone una madre priora de 70 años ni una enfermera con una bata hasta los tobillos. Las fantasís son eso: Fantasías.

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