Hace cinco años, en Irak había más libertades de las que hay hoy en China, que es otro régimen totalitario. Sin embargo algunos se empeñaron en convencernos de que era “bueno” invadir Irak y deponer al tirano Saddam Husein. Se nos aseguró que era “por el bien de todos”, y se arguyeron elevadas razones. La palabra democracia se mancilló y se usó como pretexto para iniciar una guerra que aún hoy dura.
Cinco años después de aquello, en Irak han muerto más de medio millón de personas, la población tiene tanto miedo a los terroristas como a las tropas “pacificadoras”, hay un caos institucional, gubernamental, legislativo y de orden público. Los derechos humanos, por increíble que parezca, se respetan menos que antes de la invasión. Los derechos de la mujer han experimentado un terrible retroceso. El paro es más de tres veces superior al de hace cinco años, ronda el 60%.
Lo más triste es que ni siquiera puede argumentarse el vil pretexto de que el petróleo sea más barato. El barril Brent costaba 37 dólares hace cinco años, y hoy cuesta 110. El equilibrio de poder entre suníes y chiíes que existía en la zona se ha esfumado. El actual presidente de los Estados Unidos, George W. Bush ha hecho realidad el sueño de Jomeini de un gobierno influenciado por Teherán en Irak.
Reuters ha elaborado un cortísimo documental de apenas cinco minutos. Son cinco años resumidos en cinco minutos, pero merece la pena verlo y reflexionar.
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Los chicos de Reuters... Y Couso...
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