El otro día (hace más de un mes, lo que es la procrastinación) coloqué esas dos palabras en algunos de los programas de IM que uso, y el resultado fue un aluvión de preguntas sobre la motivación de dicha frase y su sentido. Cuando empecé a responder a alguna de ellas, pensé que escribir un artículo sobre ello podría ser interesante. Y desde entonces ella no paraba de repetirme cada pocos días “me debes un post, me debes un post” Bien pues aquí está, recién salido del horno.
Pero empecemos por definir qué es Śakti, (pronunciado shakti o a veces shaktí). En el hinduísmo las deidades representan conceptos absolutos. Sin embargo, todas las deidades tienen una doble cara, masculina y femenina. Más allá de la interpretación simplista matrimonial de Vishnú y Lakshmi, o Shiva y Parvati, heredada de concepciones europeas (Zeus y Hera, Hefestos y Afrodita), lo cierto es que cada todo está representado por dos partes. Una ejecutora, o prusha, y una impulsora o śakti. La mitad ejecutora es la parte masculina (Vishnú), mientras que la impulsora está personificada de forma femenina (Lakshmi), siendo en realidad las dos caras de una misma entidad. Podría decirse que en la mitología hinduista, hombre y mujer no son dos elementos que se unen, sino dos mitades que se encuentran, de una forma muy similar a los conceptos del Yin y el Yang del taoísmo.
¿Por qué puse yo Seeking Śakti? Quizá pudiera ser un koan, por lo misterioso y ambiguo del significado e incluso la extraña sonoridad de la sentencia. Bueno, aparte de por ser un buen juego de palabras de curiosa sonoridad por confluencia fonética, y aparte de por ser un guiño hacia alguien para quien este nombre tiene cierta significación, por encontrarme inmerso en una búsqueda interior de esa fuerza impulsora. Por localizar y aprender de esa energía vital. Por acercarme a ella y convivir con ella. Y hasta aquí puedo leer.
2 comentarios. Deja alguno tú.:
Hablando de hindúes, un cuento hindú.
Abhishek encontró en su camino una fuente de palabras. Primero aprendió de ellas, posteriormente las admiró con el corazón, más tarde las amó, sí, las amó demasiado...
Abhishek acudía cada tarde a aquel manantial mágico, para alimentarse de aquellas letras y perderse en ellas. Y poco a poco comenzó a notar que el corazón le latía más fuerte, que comenzó a creer en el destino; amaba esas ideas, esos pensamientos, esos sentimientos... Abhishek amaba a la mente de la fuente, sin importar sexo o condición.
Cada día, cuando llegaba tarde a casa, su mujer le preguntaba : ¿Qué has estado haciendo Abhishek?
Y Abhishek se encogía de hombros, sin saber que contestar. ¿Acaso se podía hacer el amor con una mente construida de palabras?
Abhishek comprendió que la fuente le enloquecía y perturbaba su razón. Entonces construyó un muro infranqueable que rozaba los cuerpos de las estrellas, con una única puerta para acceder a su interior. Posteriormente arrojó la llave a la inmensidad del océano; y de esta manera, ni él podría volver al manantial de letras ni las letras podrían jamás alcanzarle a él...
Abhishek volvió junto a su mujer y fue feliz.
(Moraleja: La manera de ser feliz es proteger la lógica y alejarse de los peligros que acecha la locura)
(Cuento de Ayush Asthana, de Mumbai Maharastra India)
Publicar un comentario