Me ha llegado por correo, y me ha parecido tan bueno que aun no siendo mío, me veo en la obligación moral de publicarlo, con un par de correcciones y aderezos a lo sumo. Lamentablemente desconozco la autoría de tan fina e ingeniosa parábola, por lo que no puedo citarla.
Dos magistrados de un alto tribunal (pongamos, el Tribunal Supremo), se encuentran frente a frente ante el Hotel Palace. Casualmente se da la circunstancia de que cada uno de ellos va acompañado de la esposa del otro. Tras unos momentos de tenso silencio, el primero sale al paso y dice:
— Dado lo curioso y peculiar de la situación en que nos encontramos, creo que lo correcto sería que cada uno se fuese con su mujer, en su coche, a su casa. —
— Mi apreciado colega, estoy de acuerdo con usted con que eso sería lo correcto. Pero no sería lo justo, ya que usted está saliendo del hotel y yo entrando. —
0 comentarios. Deja alguno tú.:
Publicar un comentario