2 abr 2008

Intimidad y confianza

—Cuéntamelo.—
—No.—
—¿Por qué? ¿Es que no tienes confianza en mí?—

Esta conversación se repite por doquier. Mucha gente mete en el mismo saco la confianza y la intimidad, sin darse cuenta de que son dos ámbitos inmiscibles. Si bien para compartir la intimidad, suele ser necesario un alto grado de confianza, no es menos cierto que el hecho de tener esta última, no implica ni obliga a hacer concesiones en el terreno de la intimidad.

Sin embargo esta es una de las muchas estratagemas que consciente o, mayoritariamente, inconscientemente emplean empleamos las personas para saquear el círculo íntimo de los demás. Y esto suele darse especialmente en el asalto al poder que se da en la pareja (y sobre lo que tengo un artículo procrastinado en borrador desde hace meses).

La confianza que se tiene en una persona sólo es una garantía para el caso de que se decida tomar la decisión de compartir algo. Ni más, ni menos. Y no es posible establecer relaciones causales a la inversa: Ni la presencia de confianza garantiza que se nos vaya a hacer partícipies de intimidades, ni la no participación de intimidades implica ausencia de confianza.

10 comentarios. Deja alguno tú.:

Anónimo dijo...

- ¿En qué estás pensando?
- En nada
- Meeec. Access Denied!

;)

Suscribo cada coma (te odio un poco más incluso jeje)

MUAK

Anónimo dijo...

Es algo parecido a lo que me pasa a mí: puedo tener una confianza brutal con alguien... y no contarle cosas, quizás de mínima importancia, pero que considero mías, íntimas...y que no me apetece compartir con nadie...
Todos necesitamos ese espacio propio...
Y también necesitamos aprender a relajarnos en los silencios, disfrutar de ellos... y dejar que los demás, y nosotros mismos, nos perdamos tranquilos en esas ensoñaciones, sin que venga alguien a jodernos con el "¿en qué estás pensando?"
Lo que es difícil, y que ahora mismo me está pasando a mí, es cuando has acostumbrado a tu entorno a recibir respuesta a esa pregunta... a ofrecer gratuítamente y sin recato tu intimidad... hasta que te acabas desdibujando... y cuando quieres volver a ser tú, empezar a guardarte pensamientos y sentimientos, tu entorno te rechaza y se siente desplazado... y se rebela...

jaca101 dijo...

Yo diría más:
La participación de intimidades NO implica ni pide confianza así como la NO confianza no implica ausencia de intimidades. Una consulta médica, una participación en un programa radiofónico sobre sexo, una reunión terapéutica, incluso un bar...

Un debate curioso ;)

Nacho dijo...

Disiento con Jaca101. La participación de intimidades requiere la presencia de un alto grado de confianza. Por eso no hacemos partícipes de nuestra intimidad salvo a nuestro círculo más cercano. La única salvedad a esta regla serían las confesiones que se hacen anónimamente, como en el caso de llamadas a teléfonos de la esperanza, o a programas como los que suele presentar Cristina Tárrega.

jaca101 dijo...

Esto que comentas nos lleva de nuevo al grado de confusión planteado y por consiguiente a la pregunta: ¿es que no confías en mi?

Nacho dijo...

Que yo sepa, discrepar no es desconfiar.

Anónimo dijo...

Cris, por eso nunca, nunca hay que perder ese espacio propio ni ceder durante el inicio de las relaciones por parecer todo tan bonito y de color de rosa. De esa manera, sientas precedentes y, claro, como bien dices la otra parte se rebela cuando decides mantener tu intimidad de manera infranqueable cada vez que lo consideres.

Lirón, y ¿qué hay de esas personas que, sin conocerte de nada, te cuentan sus intimidades más profundas?
En el autobús, por ejemplo (los de largo trayecto dan mucho juego), en la parada del bus... o, la última vez que recuerdo, por la calle, una señora mayor aprovechó la bondad y la inocencia de mi hijo para resumirme los maltratos psicológicos a los que era sometida por parte de su hija. Yo jamás la había visto, así que no sé qué "alto grado de confianza" debía de aportarle yo a esa "buena" mujer... (y digo buena porque parto de la base de que me contó su versión).

:)

Nacho dijo...

La gente que en el bus te cuenta su vida está en realidad basándose en el principio del anonimato. Para ti, esa persona es completamente anónima en ese momento, aunque puede que un mes más tarde entre a trabajar en tu oficina, en cuyo caso, se morirá de vergüenza por haber revelado sus secretos ante alguien conocido, por paradójico que parezca.

jaca101 dijo...

No lo entiendo. Si no he dicho "discrepar" en ningún punto...

Nacho, el lirón dijo...

Que yo sepa, discrepar no es desconfiar.

Paula - Canarias dijo...

Se disiente "de" , no se disiente "con".

¿Por qué ponen todos la foto con la manita en la cara, tipo tópico escritor? ¿U ocultan un grano?

(yo tb tq)

X'DDD

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