Carl Sagan explica (en inglés) una cuarta dimensión |
Un problema no puede ser resuelto en el mismo plano de conciencia en el que fue creado.
El caso es que esto, que mi amigo aplicaba a su campo (la psicología) es un hecho que trasciende la psicología y es extrapolable a prácticamente cualquier ámbito de la naturaleza humana. Desde las matemáticas a la biología. Entendemos la naturaleza y el universo como un conjunto de matroshkas que se contienen unas a otras. Y es imposible de todo punto llegar a comprender una de ellas, a no ser que la veas, no como un todo, sino como una parte integrante de la matroshka superior. En ese momento has trascendido ese nivel, y te sitúas en un plano superior.
El magnífico (tanto como denso) libro “Gödel, Escher, Bach: Un eterno y grácil bucle” trata este problema desde un enfoque (entre otros) mátemático. Es imposible apreciar la completitud de una realidad desde dentro de dicha realidad.
Esto pasó con los números naturales, hubimos de trascenderlos y entenderlos sólo como parte de los números enteros para comprender los negativos, y los enteros como parte de los racionales para comprender las fracciones, y estos, como parte de los reales para comprender los irracionales, etc.
Es la razón por la que somos absolutamente incapaces tenemos dificultades a la hora de inteligir un espacio con cuatro dimensiones de la misma forma que los habitantes de Planilandia (lo siento pero el artículo en español da pena) no comprendían el nuestro. Estamos condenados a la tridimensionalidad.
En el mismo orden de cosas, el reto al que se enfrenta el ser humano desde todos los frentes ahora es intentar comprender el funcionamiento del cerebro precisamente usando como herramienta para comprenderlo nuestro propio cerebro.
En el día a día quizá no pretendamos desentrañar los engranajes de la materia gris, pero desde luego sí nos veremos enfrentados a múltiples situaciones en las que creeremos que un problema nos supera. Y esta es la causa de que en muchas ocasiones una visión externa al problema nos ayude. No se trata de que quien nos ofrece consejo sea ningún sabio (a veces sí), sino simplemente que nos ofrece un cambio de perspectiva. Que ve el problema desde fuera de la misma manera que en el espacio bidimensional del suelo te pierdes, y cuando lo ves todo desde una tercera dimensión, a vista de pájaro, con un mapa, hallas el camino. Si no ves el problema desde fuera, ¿cómo pretendes resolverlo?
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