Palomares del Río, pequeña localidad Sevillana, se declara en quiebra. En el ayuntamiento no hay ni para pagar la luz, y tras cinco meses de impagos, le ha sido cortado el fluido eléctrico. Los salarios de los ediles, así como de los funcionarios dependientes de la casa consistorial. El alcalde en persona analiza la causa única de esta situación. El ayuntamiento se financiaba única y exclusivamente de la construcción, y en los tiempos que corren, nadie le compra su suelo.
Este es el eterno problema que se viene viendo venir desde hace siglos. La financiación de los ayuntamientos se ha centrado casi exclusivamente en el suelo, y en los últimos años emprendieron una loca carrera creyendo que la gallina de los huevos de oro pondría huevos sin cesar. Sólo hacía falta una crisis como la que ahora tenemos encima, para ver cómo se venía abajo su estúpido sistema de financiación.
Algo me dice que no será el último ayuntamiento en caer.
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