Yo ya me lo veía venir. Tenía alguna (poca) esperanza en el Parlamento Europeo, pero me he dado cuenta de que nos ha dejado en bragas. Según leo en El País, nuestros europarlamentarios han apretado el culo y se han lavado las manos como Poncio Pilatos, dejando que sea cada Estado miembro quien regule el corte del acceso a Internet sin previa decisión judicial. Y yo me pregunto. Para dejar en manos de cada Estado estas cosas, ¿para qué demonios necesitamos europarlamentarios y a sus eurosueldos?
Eso sí, nos dejan que reclamemos después de actuar. Más o menos viene a ser análogo a que a uno le metieran en la cárcel de buenas a primeras, sólo porque una entidad privada, pongamos El Corte Inglés, sospechase que estábamos robando en la sección de droguería, y cuando pidiésemos amparo a un juez, entonces sí, el juez nos sacaría de la cárcel. Curiosa inversión de la labor judicial. Ya no se encargarían de condenar al culpable sino de salvar al inocente de la condena by default. Primero disparan, luego preguntan. Qué deferencia. Qué defensa del ciudadano. Adiós a la presunción de inocencia. Adiós al poder judicial. El Gran Hermano te vigila. ¿Qué pensarán los jueces de esto? ¿Y el Tribunal Constitucional?
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