5 ene 2009

Linux: Un triste "quiero y no puedo"

Hace poco se hacía público el dato de que la inmensa mayoría de los usuarios de netbooks, prefieren Windows XP como sistema operativo frente a Linux. Además, los fabricantes de estos dispositivos confirman que las devoluciones de aparatos con Linux son increíblemente más altas que las de equipos que montan Windows. ¿Cómo es posible que los usuarios prefieran un sistema operativo que, al margen de parches y actualizaciones, tiene ya ocho años, frente a opciones como Ubuntu, actualizada a la fecha y que se publicita como Linux para seres humanos? ¿Cómo es posible que Linux haya fracasado estrepitosamente en un mercado (el de los netbooks) que hace apenas un año se anunciaba como el terreno ideal para el despegue definitivo de Linux? Yo soy usuario de Linux, y un firme defensor de GNU/Linux. Por ello, intento convencer a amigos y familiares de que se pasen a Linux, si bien, no obtengo el éxito esperado. ¿Por qué?

Hablaré de Linux en general y Ubuntu en particular. Hoy por hoy Ubuntu es la distribución de Linux más común para el usuario que decide aventurarse, si bien la problemática de esta causa no puede achacarse ni a Ubuntu como distribución, ni a Linux como sistema operativo, sino que se reparte entre los equipos de las propias distribuciones, los fabricantes de hardware y software, y la parte que le toca a la propia comunidad. Es decir, el problema es de Linux en el sentido más amplio y abstracto de la palabra. Es el mundo Linux quien tiene un problema.

Veamos, hay un factor importante e innegable, que es el simple desconocimiento. A muchos de los usuarios que se compran un netbook, porque este formato está de moda, o ya sea un PC para su casa, Ubuntu les suena a chino. Su conocimiendo del state of the art de la Informática es bajo, y en muchos casos ni siquiera saben que Linux existe. Otro sector conoce Linux, pero desconoce por completo las ventajas de este respecto a Windows XP, o bien desconoce las desventajas y problemas de seguridad de Windows XP, o simplemente no le preocupa en absoluto la seguridad (estos últimos son legión). A algunos les han metido miedo con Linux. Te responden que es muy difícil, o cosas parecidas. También tenemos aquellos que gustan de tener en casa aquello que tienen en la oficina por ser a lo que están habituados, y lo cierto es que en las oficinas Windows XP sigue siendo el estándar de facto con la escasísima penetración que esta teniendo Windows Vista, y con la nula aceptación en el mundo empresarial de Linux, (al menos en las estaciones de trabajo). Pero ampliemos el punto de vista desde los netbooks a la generalidad de los ordenadores personales, donde la aceptación de Linux es igualmente baja.

No puede achacarse al desconocimiento el grueso del rechazo hacia Linux, que es, lamentablemente, con conocimiento de causa. Hoy por hoy, tiene que gustarte mucho Linux, o tienes que aborrecer mucho Windows para pasarte a Linux sin pensártelo dos veces. He conocido varios casos de personas que han intentado empezar con Ubuntu, y se han vuelto a Windows, tirando la toalla ante los errores, la ardua curva de aprendizaje, la dificultad para obtener asistencia, la ausencia de drivers para determinado hardware, (que en el caso de impresoras o tarjetas gráficas clama a los cielos, —en mi portátil no funcionan los drivers para Linux que me proporciona la propia ATi—, y sudé tinta para no conseguir que funcionase en Ubuntu 7.04 un Bluetooth USB), también está la inexistencia de software competitivo, etc… Al final, a lo más que llega la mayoría, es a un arranque dual en el que la partición destinada a Ubuntu se convierte en algo exótico y cada vez menos utilizado, que finalmente acaba por sucumbir ante la primera falta de espacio de Windows, que fagocita el conato de Linux.

Siendo la inmensa mayoría de usuarios nuevos de Ubuntu/Linux, personas que hacen una transición desde Windows XP, es increíble que no exista nada de literatura del tipo “Lo que en Windows hacías así… en Linux se hace así…”. La gran mayoría de las dudas que mis conocidos me plantean (antes de decirme que se vuelven a Windows) son de operativa común y corriente. A pesar de que la documentación es extensa, No existe ninguna guía oficial de iniciación en la que se facilite la, en la mayoría de las ocasiones, difícil adaptación desde Windows. Cuando existe documentación sobre algo (ya sea el propio sistema operativo, u otro programa), es altamente críptica y se presupone del usuario que la lee un nivel de conocimiento alto. Esto queda muy bien entre nerds, pero desde luego le hace un flaco favor a la expansión de Linux entre en gran público. Y parece mentira que los elitistas de Linux tengan las pocas miras como para no darse cuenta de que fue el gran (e ignoto) público quien elevó a Windows a los altares, y que es con ese gran (e ignoto) público con quien han de aliarse si es que desean desbancar a Windows, en vez de tratase ellos mismos como raza superior. Y es que aunque Canonical diga lo contrario, Ubuntu aún no es Linux for human beings. Quizá por suponer un esfuerzo ímprobo, cuando algún aventurero lo consigue adopta ese complejo de superioridad que le hace minusvalorar (cuando no despreciar), a los que hacen “preguntas tontas”, si bien es cierto e innegable que el (lento) incremento de usuarios de Linux hace que poco a poco ese elitismo se vaya amortiguando.

Por otro lado, la instalación de programas que se salen de los repositorios comunes está basada en una pléyade de tipologías (.run, .tar.gz, .deb…) que además requieren en algunos casos la introducción de comandos en una consola, tomando antes los privilegios del usuario root, etc. Este tipo de operaciones fueron las que supusieron que DOS no penetrase jamás en las masas, que se tiraron como lobos hambrientos a los entornos gráficos de Mac, Windows y OS/2 a principios de los noventa. ¿Por qué Linux (como comunidad) no se aprovecha de los errores pasados de la informática y sigue haciendo masivamente uso de los comandos de consola sin alternativa for human beings?

A la hora de hablar de la productividad, la ausencia de programas competitivos y de calidad convierte a Linux en un mero juguete de experimentación, no en un entorno productivo. Ausencias como Photoshop (lo siento, pero Gimp era tan bueno como Photoshop hace cuatro ediciones, pero lo cierto es que ahora está a años luz de la versión CS4), el hecho de que no hay una alternativa real a Dreamweaver (no, Nvu/KompoZer no lo es), por no hablar de AutoCAD, 3D Studio,… La lista sería interminable y eso sin entrar en el desértico terreno de los juegos. En muchos casos cuando existe desde el propio fabricante una versión para Linux, da pena en comparación con su hermana de Windows y casí sería mejor que no se hubiesen molestado en hacer algo a medias (como es el caso de Avast Antivirus). En otros casos el software directamente no funciona, o lo hace defectuosamente (como le sucede a Emerald Themer), implicando forzar ejecuciones o cambios desde la consola de comandos, etc. La solución a la falta de software para Linux pasa por la instalación completa de máquinas virtuales de Windows (como Virtualbox) o por el uso de simples emuladores (como Wine HQ) que sólo funcionan a veces, y con una documentación casi inexistente y rayana en la esquizofrenia (esto es casi un denominador común). Y esta última solución, además le deja a uno en bragas cuando al intentar convencer a alguien te responden “¿Para qué voy a ponerme Linux, para instalar un emulador (o una máquina virtual) de Windows XP? Para eso me quedo directamente con Windows XP” Y lo triste es que tienen razón.

La consecuencia derivada de esta última circunstancia, es que el software, al no estar desarrollado por grandes empresas, está desarrollado por pequeños grupos de aficionados. Esto hace que la calidad de la codificación sea excelente, pero que adolezca de una usabilidad lamentable, interfaces poco intuitivos, cuando no directamente feos, traducciones imposibles, etc. De nuevo dejan de lado esa parte del software tan importante, ya que es aquella con la que el usuario del gran (e ignoto) público, interactúa.

Ante este desolador panorama, ante las penurias del hardware que malfunciona, del calvario de encontrar solución al más mínimo problema, de la sensación de pérdida de control, de la ausencia de programas aceptables , de poco sirven argumentos como que es software libre, que tiene el más bajo número de errores de programación por línea de código de todos los sistemas operativos, que presenta un altísimo grado de seguridad, que es casi imposible que le entre un virus, etc. Porque la gente lo que quiere es que le faciliten la vida y eso es algo irreprochable.

En resumen. Hoy por hoy, Linux exige un esfuerzo por parte del usuario, máxime cuando el usuario trae ya una serie de formas de actuar y costumbres de trabajo desde Windows, que no todos (o casi ninguno) está dispuesto a conceder. Y la solución no pasa por pedirle a la gente que trabaje de un modo más incómodo, que pongan de su parte, o que tenga que esforzarse (como he leído en algún foro). Linux jamás prosperará mientras se siga teniendo la mentalidad de que sólo los más machotes y valientes están preparados para usarlo. La solución pasa por hacer que su transición desde Windows sea sencilla y no traumática.

14 comentarios. Deja alguno tú.:

Ferk dijo...

En mi opinión el rechazo hacia Linux de la mayor parte de usuarios no es debido al desconocimiento. Muy al contrario.
Es debido al conocimiento previo que ellos tienen sobre Windows. Conocimiento que ellos dan por sentado a la hora de usar Linux.

Si no le pienso instalar a mi madre ningún sistema Windows es precisamente porque me costaría horrores tener que explicarle como hacer para instalar cualquier cosa, y que hacer para que no se le metan virus. Mientras que en Ubuntu, con "Instalar/Quitar programas" del sistema de repositorios oficiales queda libre de malware, y hasta ella es capaz de usarlo de forma sencilla. Nada de buscar por internet sin saber lo que esta buscando, ni crackeer, ni buscar en que carpeta se ha bajado el ".exe" ..ni siquiere necesita saber lo que es un ".exe"

Y ya me dirás tú para que quiere mi madre (y como ella el 80%) usar Photoshop (ni siquiera yo uso toda la capacidad de Gimp, no veo porque Photoshop), Autocad, 3D Studio, Dreamweaver, ni ella va a querer jugar a juegos mas allá de los que ya existen para Linux... (a mi si me gustan más los jeugos y aún así me encanta jugar con emuladores, no de windows, sino de videoconsolas... tambien juego a wesnoth, atanks, openarena, hasta nos hartamos de reir en los ratos muertos de la universidad jugando a jumpnbump)
Vale, a lo mejor para el 5-10% de la población hay herramientas que son esenciales porque se dedican profesionalmente a eso.. Pero estamos hablando del publico en general, no del 5-10%.

Lo que ocurre es que hay mucha gente que quiere usar ciertos programas windows-only no porque realmete lo necesiten, sino simplemente porque están acostumbrados y no quieren renunciar a ellos. El verdadero problema es el usuario de Windows que lo quiere todo exactamente igual que en Windows.. quiere instalarse sus mismos programas con sus mismas cosas tal cual lo hacía en Windows y eso no puede ser, porque son sistemas distintos.

El que esté acostumbrado a usar Windows está claro que va a tener que des-aprender mucho. Pero eso es dificilmente evitable.

Un tux suelto dijo...

Realmente es sorprendente el articulo que has tipeado.

Te felicito, y un saludo.

Sigue asi.

Nacho dijo...

Ferk, cuando una persona se acostumbra a algo, por la razón que sea, la solución no es tratarle a palos sino ofrecerle algo mejor. Permítaseme salirme del tema, para establecer un paralelismo. Recuerdo que cuando yo era un chaval, el vidrio para reciclar se depositaba en unos contenedores verdes que por su curiosa forma, mi abuela bautizó como “los iglús”. La cuestión era que los escasos contenedores estaban repartidos por la ciudad y mi madre, adelantada a su tiempo en responsabilidad con el medio ambiente, siempre me enviaba el domingo por la mañana cargando con un carro lleno de botellas para que las arrojase al contenedor, que distaba más de 500 metros de casa. No hay que ser un lince para intuir que el reciclaje de vidrio en aquella época era meramente testimonial. Siempre sostuve (y el tiempo me dio la razón), que si la Administración Pública quería que los ciudadanos reciclasen vidrio, la solución no era obligarles a recorrer medio kilómetro, sino colocarles el contenedor de vidrio al lado del de basura orgánica como sucede hoy, años después, en mi casa. No se puede culpar a alguien de no hacer algo que le resulta incómodo “porque está acostumbrado a...” ya sea a tirar el vidrio en el contenedor de basura de su portal, o utilizar un modo de trabajo como Windows que, nos guste o no, tiene éxito.

Frecuentemente se comete el error de pensar que la masa social es estúpida y no sabe lo que quiere, y por ello ha de ser salvada de ella misma por ángeles vengadores que a modo de modernos Prometeos, se arrogan del “deber” de concederles el fuego de los dioses en la forma de novísimas soluciones que la masa imbécil ha de aceptar. Y si no la acepta, es porque es imbécil. Pero esto no es así. La gente no es imbécil, y cuando usa algo, generalmente es porque le supone una comodidad, y cuando no lo usa, precisamente es porque no le resulta atractivo.

Windows tiene un factor “herencia” innegable. Mucha gente es conservadora en el ámbito de la informática. Simplemente tienen a seguir usando aquello que conocen, antes de arriesgarse con algo que no conocen, máxime en un terreno en el que a menudo se sienten inseguros y faltos de control. Es cierto que hay un porcentaje de usuarios con un perfil muy concreto. Son los que yo llamo cariñosamente “abuelos y mamás”. Suelen ser perfiles con un conocimiento bajísimo de la informática. Tan bajo que probablemente no distinguirían un Linux de un Windows. Este bajo conocimiento además conlleva el beneficioso efecto de no tener hábitos ni costumbres heredadas. Además, ese mismo desconocimiento del medio les hace especialmente vulnerables a ataques de virus, troyanos, malware, spyware y demás. Y por último, otro hecho que les caracteriza es un uso muy limitado del ordenador, basado en un navegador web, un cliente de correo (en caso de no ser correo web), y a lo sumo un paquete ofimático. Efectivamente, para el perfil “abuelos y mamás”, yo siempre recomiendo Linux, y con bastante éxito. Si uno consigue lidiar con los drivers y sobrevivir, todo serán ventajas. Será difícil que le llamen a uno implorándole ayuda con el estropicio de un virus, y tendrán un sistema estable y funcional. Aunque tú dices que estos son el 80% de la población, lamentablemente yo no dispongo de datos fidedignos que me permitan rebatir esa afirmación, pero humildemente, por mi experiencia personal, puedo decir que tantos o más que “abuelos y mamás” hay de otro grupo: El de usuarios avanzados que sin ser ingenieros en informática, se mueven con soltura, y utilizan, quizá no Photoshop ni Dreamweaver, pero sí otros programas como reproductores de mp3, de vídeo, o simplemente Google Earth. Con ellos la batalla está perdida. Y no por acostumbramiento. Voy a ponerte dos ejemplos tontos. Yo, por mucho que me guste Linux no he conseguido encontrar un reproductor de vídeo a la altura de BS Player. Y no es cuestión de que esté acostumbrado. Lo mejor que he encontrado es Xine, y sin ir más lejos, no me permite algo tan trivial como redimensionar la ventana de reproducción salvo a unos tamaños predeterminados (50, 100 y 200 por ciento). Lo mismo me sucede con el Windows Media Player. El mejor reproductor que tengo en Linux es Amarok, pero está a años luz de las posibilidades de organización para mis mp3 que me ofrece la biblioteca de WMP. Una cosa es acostumbrarse a trabajar de otro modo, y otra muy distina, es pedirle a un usuario que se acostumbre a no tener unas funcionalidades que antes sí tenía. Si vas por ese camino, tienes todas las batallas perdidas. A la gente le puedes pedir que separe el vidrio del resto de la basura, para tirarlo todo, aunque separado, en el mismo portal de su casa. Pero no que una vez separado, además tenga que recorrer medio kilómetro, porque en tal caso el vidrio acabará compartiendo bolsa con las cáscaras de sandía y las raspas de pescado. Y exactamente del mismo modo, a la gente se le puede decir que el botón que antes tenía aquí, ahora está allí. Pero que esto que antes hacía, ya no lo puede hacer. Un cambio no ha de suponer un sacrificio, sino una mejora.

Pero he dejado para el final esa otra afirmación sobre el 5-10% de usuarios en los que te muestras magnánimo aprobando su tendencia a Windows por motivos profesionales, por no disponer de herramientas como AutoCAD, 3D Studio, etc. en versiones para Linux, me gustaría hacerte un llamamiento a la cordura. ¿De veras crees que los ordenadores que hay en las oficinas de España son un 5-10% del total? Porque es ahí donde se libra la batalla del uso profesional. No en el portátil que tiene un arquitecto en su casa. Es en las oficinas donde herramientas de desarrollo, de tratamiento multimedia, de gestión de bases de datos, y un largo etc. no están disponibles para Linux, lo que impide que Linux se extienda y se adopte como herramienta de trabajo, y no como un mero entorno de experimentación. Y aquí sí que no tengo mucho temor a equivocarme si afirmo que estos sí son el 80% de los usuarios, y no los “abuelos y mamás”.

Juan Carlos Rozo Pardo dijo...

Yo uso Ubuntu, y todo el que me pide prestado el portátil, bueno, pues también le toca usar ubuntu... quejas?? ninguna..... reclamos?? ninguno.... preguntas?? sí, una que otra, pero ninguna que no se pueda responder de manera fácil y entendible.

Todo es cuestión de costumbre, o si no? porque muchos usuarios de vista han renunciado a él para volver a XP (y en el mejor de los casos para usar/probar Ubuntu?)

Pienso que como promotores de LInux/Ubuntu, además de hacer las campañas en las Universidades y similares, debemos apuntar hacia las nuevas generaciones: LOS NIÑOS!! y por eso debemos prestar mejora atención a los programas de formación en informática que reciben nuestros niños... Se imaginan? nuestros niños aprendiendo con g-compris o con Stellarium, o con Chilsdplay, o Blinken?' aprendiendo a usar la ofimática con OpenOfice??... Sería una utopía hecha realidad!!! Éste debe ser nuestro público objeto, a ellos deberíamos volcar parte de nuestro esfuerzo de difusión...

El artículo me parece poco ajustado a la realidad, pero, es cierto, nuestro esfuerzo por mejorar la usabilidad debe mejorar....!!

Anónimo dijo...

Gustele a quien le guste, molestele a quien le moleste. En todo cuanto a dicho, estoy de acuerdo.

Soy un fanático de Linux y lo uso hace muchos años y Me gusta mucho el terminal. Pero mientras Linux no sea tan o más fácil que Windows, aunque Linux, este lleno de ventajas como estabilidad, inmunidad a virus, etc. el camino sera largo y tortuoso para todo el que se quiera cambiar a Linux.

Aunque creo que el mayor de todos los problemas es el trato ofensivo y hasta vulgar que reciben los novatos en los foros, chats, IRCs, etc. Eso causo que en un principio, yo no quisiera saber nada de Linux o cualquier cosa relacionada con él. Finalmente encontré un buen amigo que me explico y me ayudo a dar el salto. A partir de hay todo lo he aprendido solo porque en un a lista de correo le lloverán comentarios ofensivos por la más simple o compleja de las preguntas, lo primero que me dirán es que googlee un poco y que deje la pereza. es lo primero que hago, ya que preguntar en un foro, lista, etc, es lo ultimo que haría, sabiendo las respuestas que obtendré. Otra respuesta típica es "recompila tu kernel winuser", "Ignorate, largate a windows y no molestes preguntando pelotudeces.".

Hace muchos años empleo Linux, y cada día aprendo algo nuevo. Para mi Linux es como una Galaxia, enorme en conocimientos. Cada vez que aprendo algo de Linux, me doy cuenta que lo que se de Linux es muy poco.

El problema de cambiarse a linux, no solo es solo todo lo que Ud, dice o todos dicen, ni la curva de aprendizaje ni un Hummer puede enfrentar. Es la mala actitud de algunos Linuxeros y la falta de algo o alguien que ayude con las dudas que el novato enfrenta en el día a día.

jaca101 dijo...

Has dado en el clavo, Nacho!

... y en resumidas cuentas, esto es lo que ha provocado que use Mac.

Vale, lo explico un poco a grandes rasgos.

Windows me gustó mucho en su día pero llegado un momento el sistema se volvió inutilizable en innumerables ocasiones.

Allá por el 97 me pasé a Mac y fué una catástrofe así que empecé con Linux pero siempre conviviendo con un windows hasta que por el 2002 me hice linuxero 100% mediante Debian, es la única distro que me dio lo que necesitaba.

Pasado un año y medio aproximadamente, me empecé a cansar un poco de gráficos poco agraciados y esa constante lucha para que los nuevos programas y esos oscuros repositorios de terceros funcionaran correctamente y no generaran grandes conflictos, así que pensé, si no me gusta Windows porque no me dura tres asaltos, Linux requiere grandes conocimientos los cuales no me apetece dar "por obligación"... me paso a Mac.

Y aquí estoy, un MUY feliz mackero incondicional disfrutando de la tecnología como nunca antes lo pude hacer.

ahora diréis: pero si el Mac es muy caro... pues sí, pero a mi me "resulta" mas barato un iMac que un cacharro que a los 6 meses huele a quemado y le fallan los rodamientos de 4 turbinas, y esto al margen del sistema operativo que ya sé que se puede instalar en un hackintosh pero volvemos al tema "luchar por luchar" (y luchar "paná" es tontería)

Pd.: juas, pues si llego a no contarlo a grandes rasgos... perdón por el ladrillo.

jaca101 dijo...

@JUANK: No olvides nunca que a los niños les suele gustar mucho jugar. ;) sin acritud, eh? que yo también defiendo el GNU/Linux pero las cosas como son.

pami dijo...

muy buen artículo, de verdad, lo subscribo al 100%.
Has condensado en un artículo lo que muchos pensamos sobre Linux y lo que muchos hemos experimentado.

Éso si,
LINUX SIEMPRE ESTARÁ EN NUESTRO CORAZÓN,

pero...
exige demasiado y,
cuando descubres y el mundo Mac, y
simplemente el 99'99% funciona bien, sin problemas y en un entorno similar a UNIX,
pues...
sin comentarios.

Code10 dijo...

Yo no soy el usuario promedio. Soy diseñador gráfico, así que uso Photoshop, dreamweaver, ilustrator, y si me apuras hasta premier. El caso es que soy usuario avanzado de XP y de MacOs. Ante la necesidad de actualizar el equipo, en mi casa un XP, decidí testear Ubuntu con tal de no usar Vista. Tras semanas peleándome con los drivers de la WIFI, los de sonido, y que por mucho que se quiera Gimp está a años luz de un software profesional. Decidí que me gastaría casi 2000€ en un Mac, cuando podría tener el mismo hardware por menos dinero.
El caso es que me regalaron un Aspire One que venía con Linpus, una distribución de Fedora. Y ha sido una peléa constante. Intenté instalarle otras distribuciones, como UbuntuEEE, Xubuntu, Arch Linux, etc.. Con todos he tenido problemas de drivers, he tardado horas, cuando no días, en dejar medio usable el equipo. Finalmente volví a Linpus, cambiando el escritorio e instalando algunos programas más. Instalar Firefox 3 ha sido una auténtica odisea, para el VLC tuve que actualizar varios repositorios (que hasta hace unos días no tenía ni idea de era un repositorio). Resumiendo que para tener el último navegador y un reproductor de vídeo decente, he tenido que mirar en varios foros, y dedicarle unas horas.

Para colmo de males en la última actualización OFICIAL se jodió la wifi y la ethernet, con lo que tuve que volver a instalar.

Si que hay bastante información disponible, pero si no eres informático, o estás estudiando, las explicaciones, excuetas e inexactas, son como un crucigrama. Y ojo con preguntar algo que se supone que deberías saber, como qué es un repositorio. Por que la respuesta más amable que vas a obtener es 'buscalo en los foros'.

Creo que este post que has escrito es un fiel reflejo de la realidad. Linux, en cualquiera de sus distribuciones, no es, ni de lejos, una alternativa real para el gran público. La utilidad válida es cuando dejas una máquina perfectamente instalada a un usuario que se va a limitar a abrir el navegador y el correo. Y reza por que ninguna actualización lo fastidie, ni que quierar utilizar la última versión de flash, cuando salga, ni Adobe Air, ni nada por el estilo.
Linux es como un coche, que si no eres piloto, sólo puedes conducir en línea recta.

Nacho Cabanes dijo...

Estoy de acuerdo en la mayoría de cosas que dices, pero yo sería un poco menos drásticos, por un par de detalles:

- El usuario típico de un "netbook" no suele ser un usuario de nivel medio-bajo, como el que compra un ordenador portátil en las rebajas, sino alguien que valora la movilidad frente a la usabilidad de una pantalla más grande (entre 7" y 10" frente a un mínimo de 15" de un laptop convencional) y frente a un sistema operativo más "amigable" (típicamente Vista, frente a Linux o XP).

- No me sirve eso de que no hay Autocad (por ejemplo) para un Ubuntu, porque no creo que nadie pretenda usar Autocad (ni cualquier otro programa de altos requerimientos de hardware) desde un netbook, ni siquiera con XP.

Eso no quita que yo mismo, a pesar de tener un arranque dual Windows-Linux, paso mucho más tiempo en Windows, porque uso con frecuencia ciertas cosas que ningún Linux me permite (todavía) con comodidad, como la sincronización con PDA basado en Windows Mobile.

Nacho dijo...

@Nacho Cabanes: Nacho, si bien al principio uso la noticia de las bajas ventas de netbooks con Linux como pretexto para el artículo, luego aclaro que me refiero a Linux en general en todas las plataformas: Ya sean netbooks, portátiles o sobremesas.

jaca101 dijo...

Creo que Linux tiene su campo, su buen campo, en móviles y dispositivos. Es donde mejor funciona.
Mirad el nuevo Palm Pre, un iPhone killer que debajo tiene linux pero lo que ves es un tal webOS, que manda webos el nombrecito que le han puesto a la interface, por cierto... También aparatos muy potentes como el tivo, un DVR que tiene linux debajo pero con una inteface que las abuelas la pueden usar con más facilidad que la propia tele.
En este tipo de cosas es donde le veo yo el futuro real a Linux aunque en móviles, Android está empezando a ocupar sitio.

Doc Brown dijo...

Gran artículo. En él has descrito perfectamente mi relación con GNU/Linux. Aspectos como la usabilidad, el diseño de interfaces y la odiosa consola from hell son cosas a tener muy en cuenta, no sólo la excelencia del código. La curva de aprendizaje parece el Everest. Al final no tuve más remedio que irme a Mac: un sistema robusto y usable en el que no tienes que tocar la consola para nada a pesar de estar basado en Unix. En una tarde (¿o fue menos?) ya me hice con la interfaz y la forma de hacer las cosas.

Ferk, una cuestión. Y si el programa que quiere utilizar tu madre no está en la lista de synaptic, ¿le has enseñado a buscar repositorios e incluirlos? ¿Le has enseñado a compilar fuentes e instalarlas a pelo?

Anónimo dijo...

¿Por que los usuarios de escritorio no les gusta Linux? Simplemente por que es dificl y inusable. Es increible que aun teniendo una interfaz grafica se tengan que hacer configuraciones e instalaciones en la terminal, o tener que depender del software disponible en los servidores de la distribución, usar WINE para cargar los juegos cuando simplemente se podrían jugar mejor y más fácil en Windows, o tener aplicaciones arcaicas en un entorno inacabado e inestable. Ademas, el mejor software open source también esta para Windows (OpenOffice, Firefox, Inkscape)

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