22 nov 2007

A la mierda

Fernando, tengo que decirte que me ha jodido un poco cómo me he levantado hoy. En cuanto me he montado en el coche, como cada mañana, he puesto la radio, y lo primero que he oído han sido las señales horarias de las ocho de la mañana, y acto seguido la noticia de que te habías muerto anoche. En ese momento y sin avisar un torrente de recuerdos ha brotado de mis ojos y recorriendo mis mejillas se ha lanzado al vacío sobre mi regazo, sorprendiéndome a mí mismo, y sin que yo pudiese evitarlo.

Dicen en la radio que eras un galán, pero lo cierto es que cuando yo te conocí ya empezabas a tener pinta de abuelo entrañable. Eras un tipo raro. Demasiado alto para tu generación, con pinta desgarbada, ese pelo rubio y fosco de panocha, y tus ojos azules que más te hacían parecer holandés que español.

No puedo reprocharte que te largaras a la francesa, faltaría más, aunque eres una de las ecasísimas personas por las que, sin haberla conocido en persona, he llorado desde muy dentro al saber que habías comprado un billete de ida para la barca de Caronte. Y quizá ha sido porque en mi vida hay muchos recuerdos ligados a ti.

Fuiste una de las primeras voces que aprendí a reconocer, quizá porque era la que oía de labios de Don Quijote. Y quizá por eso siempre que he releído el libro paréceme oír esa voz tuya grave, resonante y algo trémula haciendo eco en mi cabeza diciendo "¡Non fuyades!" o "Paréceme Sancho que los refranes son verdad verdadera, pues son sacados de la mesma experiencia, madre de las ciencias todas." o cosas por el estilo.

Desde pequeño siempre me hizo gracia la similitud de tu nombre y tu primer apellido, y fuiste el germen de que ya entonces fantaseara con alguien llamado "Fernando Fernán Fernández", el colmo de la cacofonía.

Crecí viéndote montones de veces en Cine de Barrio en casa de mi abuela, mientras ella hacía punto y ganchillo y mi hermana y yo merendábamos leche con galletas María Fontaneda acompañados de nuestros amigos, tú, y Alfredo Landa, José Sazatornil, Antonio Ozores, y tantísimos otros. Y sigo viéndote, la última vez, hace un par de semanas en "Muerte de un ciclista", viendo cómo clavabas el amargo sentimiento de culpa por un homicidio involuntario.

Hasta enfadarte lo hacías con estilo y no dejaré de reírme jamás oyéndote mandar a la mierda a aquella periodista pesada, e imitándote ahuecando la voz para alcanzar esa

Actor, escritor, voz inconfundible, entrañable abuelo, cómico indiscutible, académico de la lengua, cine, teatro, radio, televisión... Y amigo en la distancia y en el desconocimeinto.

Me encanta tu cita "La gente cree que soy muy culto, pero es que hice un buen bachillerato." Las comparaciones son odiosas, pero yo siempre te he considerado el Groucho español.

Y es que con tanto recuerdo grato, las lágrimas se fundieron con la sonrisa y en una estraña mezcla como cuando aún es de día y enciendes la luz, me he visto

Hasta pronto, Fernando Fernán Gómez. Ha sido tu último mutis. Telón.

5 comentarios. Deja alguno tú.:

Paula - Canarias dijo...

Muy sentido el artículo, pero por Dios bendito, Lirón: "Muerte de un ciclista", de J. Bardem, la interpretó y protagonizó Alberto Closas, el actor con más mala leche de España, con tanta mala leche que hacía parecer a Fernán Gómez un gatito.

Fernán Gómez podía ser irresistiblemente tierno, tanto en comedias con Analía Gadé como en el neorrealismo estilo español de "Con la vida por delante" o "La vida alrededor".

De mayor, destacaría la peli en que interpretó a un esclavo y la metapelícula de comediantes "El viaje a ninguna parte".

Y como dramaturgo, claro está, "Las bicicleta son para el verano", aunque escribió otras obras más inquitantes y escurridizas.

Nacho dijo...

Es cierto, eso me pasa por escribir los artículos de memoria. X'DDDD Pido disculpas por el error, y paso a comunicar que la razón del mismo fue el visionado en muy corto espacio de tiempo de "Muerte de un ciclista" y "El inquilino", esta sí protagonizada por FFG y de ahí el error y del baile de actores entre ambas películas.

Paula - Canarias dijo...

También tenían muy mala leche Agustín González y su carrasposísima voz, ahora que lo pienso.

Nacho dijo...

Muy cierto. Sentí mucho la pérdida de Agustín González, ese eterno actor secundario que es de los que se interpretan a sí mismo, lo que da una solidez tan increíble a su actuación que hace que por una parte sea un actor imprescindible, pero por otra que jamás logren un protagonista de relevancia. No obstante, Agustín es uno de los imprescindibles del cine español, sin duda.

La Lola dijo...

http://tenasantiago.blogspot.com/2007/11/fernando-fernan-gomez.html

Yo también lloré

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