Situación crítica por la sequía en la cuenca del Segura, con los pantanos al 15,9% de capacidad - ciencia - elmundo.es
Esa es la actitud que tienen algunos gobiernos ante problemas acuciantes como el de la sequía que está asolando España. Cuando a mediados de junio hay pantanos al 15% de su capacidad, es un dedo acusador que apunta claramente hacia un problema crítico como es el cambio climático. Sin embargo parece que los únicos gobiernos realmente interesadas en hacer frente a esta catástrofe de dimensiones planetarias son los de países minúsculos de archipiélagos del Pacífico, preocupados porque un aumento de 30 cm del nivel del mar puede sumergir atolones enteros.
Pero el problema va mucho más allá. No es sólo cuestión de que aumente el nivel del mar (aumento producido principalmente, no por deshielo de los casquetes polares como suele pensarse, sino por el aumento de volumen derivado del calentamiento del agua), sino que debería preocupar gravísimamente a países como España, fronterizos con zonas desérticas, desiertos cuyos dominios se extienden más y más ante nuestros ojos. En Almería ha sido preciso crear un océano de plástico para evitar la salvaje evaporación de los cultivos. El océano de plástico crece y crece ante el aumento progresivo de las temperaturas. A la misma vez, los pantanos presentan un aspecto lamentable y hace sesenta años que no se recordaba una sequía parecida. Cada vez habrá que remontarse más atrás para buscar una sequía similar.
Cada vez llueve menos. Las masas forestales retienen humedad y provocan columnas de enfriamiento atmosférico que facilitan la precipitación del agua. En otras palabras. PROVOCAN LLUVIA. Pero seguimos sustituyendo árboles por cemento. Dentro de poco ya no habrá más incendios. Las piedras no arden...
Al tiempo, el clima se recrudece, se vuelve más extremo. Más similar a como es en el desierto. Hemos perdido la primavera y el otoño. Pasamos del frío más brutal con nevadas terribles a veranos de calor sofocante. Los embalses propician una evaporación tremenda y no son la solución. La solución pasa por cortar de raíz las emisiones de gases de efecto invernadero que son el 90% del problema. Pero no tiene sentido que sea una solución unilateral, ya que esto es un problema global, que tendremos que solucionar como en Fuente Ovejuna: Todos a una. De no hacerlo así, no servirá absolutamente para nada. Y lo triste de todo este asunto es que el principal causante del problema, el mayor contaminante del planeta, Estados Unidos, sigue pasando del tema. Muy propio de ellos.
Ya a principios de los noventa recuerdo que leí que la Smithsonian Institution (una de las instituciones científicas más prestigiosas y que me merece más crédito de todo el mundo) advertía que la batalla por el medio ambiente se ganaría o se perdería antes del año 2000. Después de esa fecha ya no habría vuelta atrás. En mi modesta opinión, la perdimos.
Y ahora estamos sufriendo las consecuencias del boom de los hidrocarburos producido en los años cuarenta y cincuenta, de la popularización del automóvil y del transporte aéreo. De todo lo expulsado a la atmósfera en los sesenta, los setenta, ochenta y noventa se enterarán nuestros hijos y/o nietos. Y jamás nos perdonarán habernos quedado mirando al dedo.
Enlaces de interés
United Nations Framework Convention on Climate Change (Inglés, parcialmente traducido)
Greenpeace ¿Qué es el cambio climático? (Español)
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