En un momento de complicada coyuntura económica como el actual, surgen debates de ahorro como el que en los últimos tiempos ha salido a la luz en torno a los combustibles. Se reduce a 110 Km/h la velocidad máxima en autopistas, y el Gobierno insta a la comunidad de Madrid a incentivar el uso del transporte colectivo. ¿Cómo? Reduciendo el precio. Seguramente nuestros políticos piensan que yo voy en coche a trabajar en vez de en tren porque el cercanías es muy caro...
Casualmente los usuarios del transporte público son mayoritariamente los de clases menos pudientes (aunque para notar esto, claro, hay que montarse de vez en cuando un un autobús o en el metro). Quien tiene un Audi A6 en su garaje de la calle Narváez, no va en Metro a cenar a Txistu. Quien no coge el Metro para sus desplazamientos no es precisamente por ser éste último un medio de transporte caro. El Metro es muy barato respecto al taxi e incluso más barato aún respecto al coche privado. Entonces, ¿por qué se intenta incentivar el transporte público abaratando su coste? ¿Realmente nuestros políticos (que van de aquí para allá en su Audi A6) creen que el problema del transporte público es su coste? ¿Tan alejados de la realidad están? Puede que sí. El problema del transporte público es, a mi entender, de eficacia. En una sociedad como la actual en la que las distancias se alargan y consecuentemente sucede lo mismo con los tiempos de desaplazamiento, encontramos que en numerosas ocasiones los tiempos de desaplazamiento en transporte público duplican y en ocasiones incluso triplican al tiempo en vehículo privado.Yo resido en una localidad de la periferia de Madrid y trabajo en otra localidad de la periferia de Madrid. Con atasco incluido, en mi coche tardo 40 miutos puerta a puerta. Con la moto no tardo más de 30 minutos. Veamos cómo sería el mismo trayecto en transporte público. Me dirijo andando a la parada de autobús, unos 10 minutos. Suponiendo que le tengo cogida la hora, y que además es puntual (cosa muy difícil dadas las turbias prácticas de algunas empresas concesionarias del Consorcio de Transportes de la Comunidad de Madrid), llego y me monto. Es el único autobús que puedo coger entre mi localidad de residencia y de trabajo. Sigue la misma ruta que sigo yo en coche, sufriendo el mismo atasco, pero el autobús no adelanta a ningún otro vehículo y además para de vez en cuando para recoger otros viajeros. Tras 45 minutos de trayecto me deja en la localidad de destino, pero a unos 40 minutos andando de la oficina. Si espero al autobús local, el tiempo total viene a ser el mismo. Conclusión: Tardo 95 minutos en hacer un trayecto que en coche tardo 40, con el inconveniente de que si llueve me mojo.
Y esa es la mejor de las combinaciones. De no ser así, tendría que bajar hasta Madrid para coger otro autobús que salga desde Marid en una especie de absurdo triángulo de transporte que dispara los tiempos de transporte, de esperas en los transbordos, etc.
Conclusión: ¿De verdad alguien cree que el problema es de precio?
2 comentarios. Deja alguno tú.:
Cada vez que veo estas cosas, me dan ganas de coger al político de turno y llevármelo una mañana de casa (Fuenlabrada) al trabajo (Collado Villalba), a ver si sigue pensando que el transporte público es eficiente.
p.d.: también me gustaría que el consejero de Sanidad me acompañara algún día al médico de cabecera.
La gente habla del transporte publico en Madrid de una manera equivocada.
Normalmente el tiempo en transporte publico suele ser del doble que en transporte privado, y ahora en el 2012 con la subida del precio del abono en la Comunidad de Madrid, es mas barato incluso ir en coche que en transporte publico.
La gente que dice que el transporte es eficaz, es porque o bien van siempre en coche, o que no han visto ninguna ciudad con un metro eficiente como el de Moscu, es una verguenza que nos gobierne gente asi, yo les pondria a realizar nuestros trayectos todos los dias y prohibiria los coches, ya veras como asi iban a mejorar los transportes...
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