Una de las cosas que más me costó interiorizar en fotografía fue el hecho de que una foto de un perro, no captamos el perro. Captamos la luz que desde la fuente luminosa (el sol, el flash, una bombilla, etc) llega hasta el perro, rebota en él, y alcanza la cámara.
Y lo cierto es que sólo cuando realmente comprendes y asimilas ese concepto, que fotografías luz y no personas, que fotografías luz y no paisajes… Sólo entonces llegas a hacer buenas fotografías.
2 comentarios. Deja alguno tú.:
Impresionante: justo este sábado le contaba eso mismo a alguien con quien tuve una noche memorable de conversación, que a mí la fotografía siempre me había parecido un milagro sagrado, un misterio de la física. No le impresionó mucho a mi interlocutor, que estudió Ingeniería, pero es que yo soy de letras purísimas, y claro...
Tengo ganas de comprar una cámara buena (digital) y volver a hacer fotos a la luz.
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