Supongo que el lector se acordará de aquella oferta de trabajo que "incendió las redes" (no he podido evitarlo) hace menos de un mes, en la que en un portal de búsqueda de empleo una empresa buscaba repartidores con el requisito de una Licenciatura en Administración y Dirección de Empresas, o bien en Económicas. A la empresa contratante lo mismo le daba. Supongo que las aptitudes al volante de un empresólogo y de un economista son similares.
Pero esto podría pensarse que sólo ocurre en trabajos poco remunerados que aparecen en portales de trabajo temporal. No. El fenómeno de la sobreexigencia es algo que sucede incluso en trabajos de alta cualificación, y especialmente en el ámbito de la informática. Esto es fruto de una permanente frustración de los trabajadores del sector que provoca, además de la frustración en sí, una rotación de personal absolutamente salvaje, protagonizada por una masa de gente que busca constantemente una oferta en la que no le tomen el pelo. Una oferta en la que el trabajo a desempeñar consista realmente en aquello que pone en el anuncio de Infojobs. Y esto no sucede nunca.
Estoy totalmente habituado a recibir llamadas de personal de recursos humanos que ha visto mi perfil aquí o se lo han recomendado allá y me ofrecen un puesto determinado que a primera vista parece interesante. Suele ser un cargo de director o jefe de proyecto, o similar. Lo primero que pregunto es si realmente es de director de proyectos y en 9 de cada 10 ocasiones la llamada termina ahí. Con aquello del "por pedir, que no quede" bajo el brazo, las empresas (ya sean de selección, de servicios o clientes finales) piden requerimientos que en muchas ocasiones no saben ni lo que son. Muchas veces el contratante envía una retahíla de siglas que se cortan y pegan en el anuncio correspondiente de Infojobs tal cual. Da igual que esas metodologías el cliente ni las haya visto ni las piense implantar ("buf, eso en esta empresa no puede ni decirse, se te comen"); te exigirán conocerlas al dedillo e incluso estar certificado. Da igual que en el cliente ni dios hable inglés (viendo cómo escriben el español…) ni lo quieran hablar; a ti te exigirán un nivel nativo.
Pero por supuesto, cuando les das la tarifa acorde con todos esos requisitos imprescindibles te dicen que bueno, que en realidad ni son tan requisitos ni son tan imprescindibles. ¿De qué va todo esto? ¿Qué clase de broma es ésta? ¿De qué cojones estamos hablando? ¿Así funciona el mercado laboral español? Sí. Así funciona.
Lo mismo sucede con el sueldo ofertado. La inmensa mayoría de las ofertas de trabajo (especialmente las dirigidas a personal de alta cualificación) que hay en portales de empleo europeos y estadounidenses especifican el número de posiciones ofertadas con ese perfil y el salario que percibirá/n quien/es ocupe el puesto. En España me atrevería a aventurar que la proporción es exactamente la inversa. En la mayoría de las ofertas de empleo no se precisa un sueldo, o como mucho la vaguedad de "remuneración según valía". ¿Según valía? ¿Quiere decir eso que si me presento a un puesto de repartidor pero soy licenciado en Económicas me remunerarán mejor? No, ni eso. Lo de según valía también es una coña.
Las ofertas te exigen una experiencia en ese mismo sector que muchas veces muchos empleados del propio cliente no tienen. Es absurdo. Y así tenemos a Alierta que ¿Experiencia en el sector? Es todo una tomadura de pelo.
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