Subproductos y diarreas mentales producidas por diversos excesos de índole cognitiva.
30 nov 2007
Mentir y ocultar la verdad
Algo esencial en el juego del espionaje es no permitir atar cabos al "enemigo". Nuestro cerebro es una máquina de atar cabos. Se le da fenomenal encontrar puntos en común entre diversas variables, historias, datos, etc. Por eso, le dije a esta chica que lo primero que había hecho mal es decirle a su novio que había quedado con "un amigo", y luego contarle lo majo que es ese amigo, los animales de compañía que tiene, etc. ¿Por qué? Pues porque si cualquier otro día, esta chica se da un revolcón en casa de su affaire y llega con pelos de gato adheridos a su ropa, se da una incómoda situación debido a que por su locuacidad, ella le había contado a su novio quién tenía y no tenía gato. Y sus compañeros de trabajo, con quien ella decía haber estado, no tienen gato, y tampoco hay gatos en los bares, donde ella había dicho que estaba. "Pero el chico aquel que acababa de conocer sí me dijo tenía gato... ¿no?" Catapún
Otro gravísimo error es intentar reforzar una mentira con una inusual pléyade de detalles. Como le contaba yo a mi amiga, había sido un error darle infinitos detalles sobre lo que había estado haciendo (supuestamente) una tarde, cuando en realidad normalmente no dice gran cosa cuando realmente se va con sus compañeros de trabajo. "Qué raro. Ella jamás comenta el color de los pantalones del camarero del bar en el que ha estado..."
Pero algo en lo que la mayoría de la gente falla es a la hora de la mentira pura y dura. Mentir está muy feo, vaya por delante. Y niños, no hay que mentir a papá ni a mamá. No hagáis esto en casa, nosotros somos profesionales. Al lío. Muchas veces me encuentro con mucha gente que declara "es que yo no sé mentir, se me nota en seguida" Y la verdad es que es tristemente cierto. Hay gente que en cuanto dice que tardó diez minutos en vez de los cinco que tardó en tomarse un café, le empiezan a temblar las canillas, tartamudea, balbucea y se pone blanca, colorada y luego atornasolada. Y a su interlocutor sólo le quedan dos opciones. O creer que se ha atragantado con un caramelo de toffee Soriano (de esos que se adhieren con increíble fuerza a los molares superiores) y proceder a hacer la maniobra Heimlich, o bien dar por sentado que todo cuanto está saliendo por esa boquita es una trola.
El problema a la hora de mentir es que ponemos a nuestro simplón cerebro en un brete. En esos momentos estamos obligando a nuestro cerebro a sacar a mucha velocidad mucha información y muchos datos sobre los que no tiene una base en la que apoyarse (aunque parezca mentira, hablar cuesta menos que pensar, por eso se habla tanto y se piensa tan poco). A resultas de este proceso, nuestro cerebro empieza a sentirse fatal. Aquí es donde podemos sacar tajada de una debilidad de nuestro cerebro y hacerle un by-pass para evitar esa desazón tan desagradable. Ya he comentado aquí en alguna ocasión la teoría Brain in a Vat. Según esta teoría filosófica, nuestro cerebro se "ilumina" de la misma forma cuando comemos un helado, que cuando rememoramos habérnoslo comido. Esto significa que para nuestro cerebro es muy similar por no decir idéntico el proceso de vivencia y el de rememoración. Así las cosas, si nosotros vivificamos, imaginamos con pelos y detalles una situación, estamos engañando a nuestro cerebro de forma que él recree la situación con la misma intensidad con la que la viviría en caso de ser real. Y llegados a este punto, a la hora de contar esa situación ficticia, nuestro cerebro encuentra un "recuerdo falso" pero que a sus efectos, es tan válido como uno verdadero, por lo que a la hora de contar que hemos estado donde no lo hemos hecho, mantendremos un pulso firme como el acero. Esta es la técnica que hace que el polígrafo o máquina de la verdad falle, y por la que no sea aceptada como prueba ante los tribunales.
Y así, fui instruyéndola hasta completar un enorme rosario de triquiñuelas psicológicas encaminadas a, como en una partida de ajedrez, intentar que tu mente venza a la de tu adversario.
Pero ante todo y como le decía yo a mi amiga, todas estas técnicas, trucos y métodos no tienen por objeto que su novio no la pillase, sino tan sólo evitar que su novio quisiese pillarla. ¿Y por qué? Pues porque si su novio llegase a tener el deseo y el firme propósito de pillarla, desde luego la pillaría. Porque en realidad, lo triste de la mentira y la traición, es que sólo puede engañarse a quien confía en nosotros y a una mente desconfiada y recelosa es prácticamente imposible meterle un gol. Por eso, si ella quería que no la pillase su novio, lo que debía hacer era no darle a él motivos para que su novio quisiese pillarla.
Bueno, llegados a este punto supongo que muchos de quienes lean esto pensarán que soy una especie de ser peligroso, mezquino y diabólico que colabora en la infidelidad, miente por doquier y manipula tanto la realidad como al ser humano. Cada uno puede pensar lo que quiera, que para eso es gratis, pero saber cómo funciona una escopeta no te convierte en asesino en serie.
29 nov 2007
Animal humano
Cuando alguien habla conmigo sobre la industria peletera y la defiende escudándose en que dichas pieles proceden de granjas, me gustaría poder llevar encima algunas imágenes de cómo funcionan las mencionadas granjas.
El vídeo cuyo enlace pongo a continuación es un vídeo grabado por la Swiss Animal Protection en una granja peletera en China, ese país cuyos gobiernos y leyes tanto aprecio yo, como también sabrás... Y está expuesto en PeTA TV, un broadcaster de Internet dedicado a la protección de los derechos de los animales. El vídeo es extremadamente duro, lo advierto de antemano, pero creo que es con vídeos así como puede tomarse conciencia de la realidad de lo que sucede en las "inofensivas granjas peleteras" y difundir y denunciar este hecho.
No me entretengo más, simplemente aquí dejo el enlace para quien tenga redaños para verlo:
http://www.petatv.com/tvpopup/video.asp?video=fur_farm&Player=wm&speed=m
Puedes bajar la versión íntegra de 14 minutos en versión para Windows Media, o en formato Quicktime por si deseas enviárselo a alguien.
Y tienes más información en el artículo al respecto de la Swiss Animal Protection:
http://www.animal-protection.net/furtrade/chinafur.html
Sólo espero que algún día pueda dejar de avergonzarme de mi propia especie.
¿Que qué puedes hacer? Pues siempre lo digo, cuando escribo algún artículo-denuncia, pero hay montones de asociaciones y organizaciones de reconocida solvencia que velan por los derechos de los animales: Adena/WWF, Greenpeace, Ecologistas en Acción son sólo tres de las muchas que existen. Colabora económica y activamente con ellas.
Presuntos informáticos
El tema es que para empezar, esta presunta informática no tiene ni dea de lo que es la minería de datos, o no buscaría una empresa de esa disciplina para el cometido que ella deseaba. También denota que no tiene ni zorra del panorama web mundial, y desde luego de que existen infinidad de herramientas y sistemas de estadísticas y monitorización de visitas, gratuitos y de pago, que permiten aquello que ella necesita. Pero por último denota que o bien no sabe a qué se dedica el departamento de informática de su empresa, o su departamento de informática tiene graves carencias, ya que programar un sistema de monitorización como el que necesita es poco menos que una tarea de fin de semana en ratos libres. Por supuesto esta presunta informática ha recibido una valiosa información de la existencia de algo casi mágico, llamado Google Analytics.
En fin, nada cambiará. Esta presunta informática seguirá levantándose la pasta muerta de su sueldo a costa de hacer creer a todo el mundo que tiene idea de algo. Como dice mi abuela, unos cardan la lana, otros ganan la fama.
28 nov 2007
Casio timer
El difunto Casio DQ-750 |
Bueno, pues yo puedo probar que Sony no sé, pero Casio incorpora un Casio Timer en sus aparatos. Ahí va la historia. En 1998, la que entonces era mi chica compró dos despertadores Casio DQ-750 y nos los regaló. Dijo que quedarían muy chulos en las mesillas de noche. Era un despertador de grandes números, con calendario perpetuo y temperatura, y un enorme botón en la parte superior que hacía que se iluminase toda la pantalla en un azul turquesa muy bonito. Algún tiempo después de aquello, ambos relojes se separaron para no volverse a ver nunca más. Y he aquí el misterio. En septiembre de 2007 mi despertador sufrió una anomalía repentina. Varios de los "palitos" que conforman los números (técnicamente los llamamos "segmentos"), se apagaron. Esto hacía que la hora no se leyese correctamente, ni la fecha, ni la temperatura. El reloj seguía funcionando, pero el display había muerto, lo que hacía que el reloj fuese inservible (lo que se ve en la parte inferior, no son caracteres Klingon, sino el display hecho polvo). Probé a dejarlo sin pilas una semana, y cuando se las puse, pareció haberse recuperado, aunque al cabo de dos días, volvió a las andadas, así que lo relegué a una estantería (primeras fases del Síndrome de Diógenes) y compré otro despertador (esta vez, Sony).
El caso es que recientemente he sabido que al hermano gemelo de mi despertador Casio DQ-750 le ha sucedido exactamente lo mismo, y exactamente en la misma fecha. Y yo pienso. Para ser un "defecto", desde luego es un defecto muy preciso. Me parece increíble que ambos relojes presenten la misma anomalía, y exactamente a la vez. Parece como si estuviesen programados para fallar... El Casio timer...
24 nov 2007
22 nov 2007
Nachidad
Pero sí. Me gusta. No me deprime, ni me pone triste. Sí he tenido pérdidas gravísimas de seres queridos, que se supone que es el principal motivo por el que la gente se pone de mal rollo en navidad, pero es uqe a mí me encanta ver las calles llenas de luces y las caras de los niños sonrientes y además consigo abstraerme con bastante éxito de la barrabasada consumista de comprar y comprar sin parar. Así que como casi siempre hago, me olvido consciente o inconscientemente de lo que no mola, y me quedo con lo que me hace sonreír.
Algunos toman estas declaraciones como una frivolidad, porque parece que lo que queda bien es ponerse triste o incluso estar de mala hostia, por aquello del despilfarro a todos los niveles mientras en otras partes se mueren de hambre. El caso es que yo en navidad sigo haciendo mis aportaciones mensuales a mis ONG's de confianza, y les mando además un modesto aguinaldo a modo de paga extra. No es que intente que eso sea una forma hipócrita de calmar mi conciencia, ya que tampoco me sumo a festines ni demás. Sin embargo me encanta levantarme tempranito el día de Año Nuevo y ver el concierto de Año Nuevo (por la tele), y prometerme un año más que un día lo veré en persona y daré palmas en Viena al son de la Marcha Radetzky de Strauss. Y nada más terminar, el campeonato del mundo de saltos, aunque como eso ya pilla a la hora de comer, siempre llega alguien que me increpa lo raro que soy, y me obligan a quitarlo para ver la reposición de la gala de fin de año.
Me gusta la navidad. ¿Qué le voy a hacer?
A la mierda
Dicen en la radio que eras un galán, pero lo cierto es que cuando yo te conocí ya empezabas a tener pinta de abuelo entrañable. Eras un tipo raro. Demasiado alto para tu generación, con pinta desgarbada, ese pelo rubio y fosco de panocha, y tus ojos azules que más te hacían parecer holandés que español.
No puedo reprocharte que te largaras a la francesa, faltaría más, aunque eres una de las ecasísimas personas por las que, sin haberla conocido en persona, he llorado desde muy dentro al saber que habías comprado un billete de ida para la barca de Caronte. Y quizá ha sido porque en mi vida hay muchos recuerdos ligados a ti.
Fuiste una de las primeras voces que aprendí a reconocer, quizá porque era la que oía de labios de Don Quijote. Y quizá por eso siempre que he releído el libro paréceme oír esa voz tuya grave, resonante y algo trémula haciendo eco en mi cabeza diciendo "¡Non fuyades!" o "Paréceme Sancho que los refranes son verdad verdadera, pues son sacados de la mesma experiencia, madre de las ciencias todas." o cosas por el estilo.
Desde pequeño siempre me hizo gracia la similitud de tu nombre y tu primer apellido, y fuiste el germen de que ya entonces fantaseara con alguien llamado "Fernando Fernán Fernández", el colmo de la cacofonía.
Crecí viéndote montones de veces en Cine de Barrio en casa de mi abuela, mientras ella hacía punto y ganchillo y mi hermana y yo merendábamos leche con galletas María Fontaneda acompañados de nuestros amigos, tú, y Alfredo Landa, José Sazatornil, Antonio Ozores, y tantísimos otros. Y sigo viéndote, la última vez, hace un par de semanas en "Muerte de un ciclista", viendo cómo clavabas el amargo sentimiento de culpa por un homicidio involuntario.
Hasta enfadarte lo hacías con estilo y no dejaré de reírme jamás oyéndote mandar a la mierda a aquella periodista pesada, e imitándote ahuecando la voz para alcanzar esa
Actor, escritor, voz inconfundible, entrañable abuelo, cómico indiscutible, académico de la lengua, cine, teatro, radio, televisión... Y amigo en la distancia y en el desconocimeinto.
Me encanta tu cita "La gente cree que soy muy culto, pero es que hice un buen bachillerato." Las comparaciones son odiosas, pero yo siempre te he considerado el Groucho español.
Y es que con tanto recuerdo grato, las lágrimas se fundieron con la sonrisa y en una estraña mezcla como cuando aún es de día y enciendes la luz, me he visto
Hasta pronto, Fernando Fernán Gómez. Ha sido tu último mutis. Telón.
20 nov 2007
Vapor de nubes
El ciclo de vida de una nube es bastante simple y todo el mundo lo conoce por los dibujos de los libros del cole. El sol le atiza al mar, se evapora el agua, y ese vapor, al ser menos denso que el aire, se eleva. Sin embargo aquí viene lo que en la simplificación escolar no se cuenta. El vapor de agua, al elevarse, alcanza capas más frías de la atmósfera, ya que el aire se calienta no por acción directa del sol, que lo atraviesa casi sin afectarle, sino por contacto con la cálida superficie terrestre (esta es una de las causas de que en las zonas con mar, el ambiente sea más fresco) a la que el sol sí afecta y mucho (si has caminado descalzo por la playa, lo sabes). Así que conforme el vapor se eleva, y por tanto se aleja de la superficie, el aire está más frío, y le sucede lo mismo que al vapor de agua de la ducha cuando alcanza el frío espejo del baño. Se enfría bruscamente y pasa a estado líquido. Toda esa cantidad de agua pasa a componer millones de gotitas. ¿Por qué no se caen? Son muy pequeñas y están en suspensión, de la misma forma que le sucede al polvo. Cada gota se comporta como un pequeño espejo cuando le da el sol (todos hemos visto de cerca una gota de agua iluminada por el sol), y esto hace que brillen enormemente cuando el sol las ilumina. ¿De qué color es el brillo? Blanco. ¿Y las nubes? ... Todas las nubes, incluso las de tormenta, son blancas por su cara superior. Si nosotros vemos nubarrones negros o grises, es únicamente porque los vemos por su lado no iluminado, y cuando hay tormenta se dan dos circunstancias: La primera es que la cobertura de nubes es mucho mayor, por lo que no llega luz intensa a la parte inferior de las nubes, haciendo que queden en sombra. Y en segundo lugar, que las nubes de tormenta son mucho más densas, lo que dificulta el paso de la luz por dentro de la propia nube.
Estábamos con nuestras gotitas de agua recién condensadas a partir del vapor, y disueltas en el aire formando una preciosa nube. Esto es una suspensión en sentido estricto, aunque para mi ejemplo, lo trataré como una, una disolución. Todos los disolventes (esto también lo aprendimos en el colegio) tiene una capacidad máxima de absorción de soluto. ¿Qué ocurre si nos pasamos echando azúcar en el café? Al principio el azúcar se disuelve, pero a partir de cierta cantidad, el café no puede disolver más azúcar (está saturado) y el exceso de soluto decanta, y nos deja un dedo de azúcar en el fondo. A nuestras gotitas de vapor de agua de la nube les pasa algo similar. Cuando empieza a haber muchas más gotitas de agua de las que el aire puede disolver, la nube se hace más densa, y el sol no llega a su interior, las gotas empiezan a estar demasiado juntas, y sucede lo que le sucede cuando juntamos dos gotas de agua, cosa que todos hemos hecho. Dos gotas se juntan y pasan a formar una gota más grande. El problema de toda suspensión es que su éxito depende intrínsecamente de lo pequeña que sea la sustancia suspendida. Es posible hacer una solución de polvo en agua, pero no de piedras, aunque polvo y piedra estén hechas de la misma sustancia. Así, cuando las gotas empiezan a juntarse y a formar gotas más grandes, llega un momento en que son demasiado grandes para permanecer suspendidas en el aire, y caen, o técnicamente precipitan. Por eso el hombre del tiempo habla de precipitaciones, ¿qué te creías? En su caída arrastran a más gotas que encuentran a su paso, y en ocasiones también al polvo y otros elementos y partículas que hay en las capas inferiores. Por eso a veces llueve barro o agua sucia. Si se da la rara circunstancia de que las capas inferiores están más frías que las superiores, puede incluso ocurrir que la gota se congele en su caída. Para esto no hace falta que la temperatura sea por debajo de los 0 ºC, ya que una gota en movimiento puede tener una sensación térmica por debajo del punto de congelación (¿alguna vez te han soplado sobre la piel nada más salir de la piscina?), de modo que la gota congelada cae, y nosotros lo llamamos granizo.
Un dato curioso: Una nube puede pesar entre 50 y 200 toneladas. Ahí, suspendidas en el aire como si tal cosa.
19 nov 2007
La Reina del Nilo
Lo nuestro duró más de tres años, desde aquel día en que me planté a esperarla en la estación de autobuses de Méndez Álvaro. Aquel día con un calor horroroso del madrileño verano de 1997. Por la mañana había ido a una entrevista de trabajo (de la que no resultó nada), y llegué por los pelos a la estación. Cuando llegó el autobús de Zaragoza y comenzó a vomitar gente, la esperé sudando junto a la puerta, con mi camiseta de manchas grises y blancas y dibujillos tribales y mis vaqueros gastados, y cuando se desvaneció la maraña de personas me quedé solo pensando que me habían dado plantón, caminé unos pasos bordeando el autobús y allí estaba con su aire medio hippie, con una camiseta morada y una falda de colores muy suelta. Me acerqué por detrás, y cuando se volvió, me miró muy de cerca y fijamente con sus ojos verdes y me dio un beso que duró unos veinticinco minutos y me deslabazó por completo. Aquel fin de semana hicimos mil veces el amor en la habitación del tercer piso del hotel Príncipe Pío hasta echar abajo la cama al son de la banda sonora de la película Kama Sutra. Estaba hecha de fuego. Aquel fin de semana en el Templo de Debod nos juramos amor eterno, y quizá la eternidad se mueve en un plano diferente al de las vidas terrenales, porque todo aquel universo de sensaciones, aquel imperio de los sentidos, aquel mar de aventuras, aquel latifundio de risas, de jugar a los dardos en aquel bar de la calle Hernán Cortés de Zaragoza, de conectarnos en el Vía Sacra, de cantar en el Master Plató, de comer truchas del Cinca en el Parador de Ordesa Bielsa, de acudir a estrenos de cine, de bañarnos desnudos en arroyos del Pirineo, o en el jacuzzi de una suite del hotel Reino de Aragón, de hacer miles de kilómetros en coche, restaurantes de lujo y glamour, todo con música de fondo de Cranberries, Garbage, Texas o por supuesto, U2... Aquel océano de sexo, drogas y rock and roll se acabó en pleno verano de 2000, tres años después. Las cosas habían cambiado y la distancia entre Madrid y Zaragoza se hacía cada fin de semana más larga y menos llevadera... Pero si hay que ser honestos, la razón de peso fue que me había enamorado de una compañera de trabajo con la que empecé una relación que sin embargo no condujo a nada. Al poco de aquel error, la eché de menos y busqué frenéticamente el Control+Z de la vida, pero no lo encontré.
Tras un corto período inicial y lógico de reproches agrios y enfrentamientos a cara de perro, pasamos a mantener una relación de amistad con derecho a todo en la que ambos nos movíamos con soltura coqueteando y buscándonos las vueltas. Recuerdo aquella fiesta de fin de año de 2000 en la que con los compañeros de la oficina me agarré una cogorza tremenda. Ella me dijo que me esperaba en una habitación del hotel Tryp Reina Victoria Ambassador, en la calle de la Embajada, en el centro de Madrid. Y a las seis de la mañana me planté allí doblando los tobillos, con lengua de trapo y la camisa blanca hecha un Pollock. Me estaba esperando en recepción, envuelta en ese glamour tan suyo, a veces barroco e incluso rayano en la horterada pero que la hacía tan inconfundible. Aquella noche ardimos juntos una vez más y cuando me llamó por teléfono a las once y media de la mañana para despertarme y que dejase la habitación a tiempo, ya iba camino de su tierra. Al marcharse, había ordenado en recepción que se me dejase dormir. La vi por última vez en febrero de 2001 cuando fui a Zaragoza a ver a mi ex-suegra, a la que una neumonía casi se lleva por delante, y como era inevitable, volvimos a entregarnos el uno al otro varias veces en las horas en las que permanecí allí. Tras todo aquello, tuvo un hijo, empezó a vivir con un chico y aunque el coqueteo electrizante nunca cesó, jamás volvimos a vernos, aunque hablábamos a menudo rayando en el flirteo concupiscente.
Fue una mañana de febrero de 2005 cuando sucedió. Tuvimos una fortísima discusión y aquello que había se hizo añicos para siempre. Es cierto que había habido mentiras y puñaladas por ambas partes desde el mismo principio (algunas de las cuales las he sabido hace poco), pero lo triste es que aquel último destrozo fue provocado por terceras personas (concretamente por una, de ingrato recuerdo). La soberbia de uno y otro lado hizo el resto, y convirtió en irreconciliable lo absurdo de tal modo que no volvimos a hablar más. Y de la forma más casual, un par de cambios de móvil y los azares de la informática hicieron que el único contacto posible con ella fuese a través de mis recuerdos. Me sucede casi siempre que las olas del tiempo borran los malos momentos escritos en la arena húmeda dejándolos pulidos y vírgenes como si nada hubiese pasado, y así, al correr de los días, los meses e incluso los años, se me embelesa el gesto recordando tan sólo aquellos dulces instantes sin que nada pueda empañarlos.
Quizá por eso, en El Cairo, en Deir el-Bahari, en Medinet Habu, en Luxor, en Abu Simbel y en otros muchos lugares, sentí vivo su recuerdo, su presencia, su cariño. No en vano ella estaba ya entonces enamorada del Egipto faraónico y aunque yo siempre fui aprendiz de todo y maestro de nada, ella me picó y despertó aún más mi interés por la cultura de las Dos Tierras. Y lo cierto es que al llegar a casa, la busqué de nuevo... Y la encontré, aunque como quien halla un recuerdo al que se evoca sin respuesta.
Gracias Daya. Hasta siempre.
17 nov 2007
Soy Hiro Nakamura
You are "Hiro Nakamura"!
You are brave, courageous, and a loyal friend. And you'd be kind of boring if you didn't have superpowers. You are the unlikely hero. In fact, no one would suspect that you're a hero at all if you weren't freaking named Hiro.
Ya, ya sé que es una gilipollez, leñe, pero me ha hecho gracia.
16 nov 2007
Somnífero gratuito
— Yo antes de dormir, me hago siempre una paja. —
— ¿Pero te corres? —Visiblemente sorprendido.
— No, pero me canso y me da sueño. —
15 nov 2007
Rozamiento
Todos los que hayan ido al colegio saben lo que es el rozamiento: Una fuerza que se opone al movimiento. Supongo que (casi) todo el mundo sabe que existen dos tipos de rozamiento. El rozamiento estático y el rozamiento dinámico. El rozamiento estático se opone a que un objeto se ponga en movimiento, y es una fuerza que hay que vencer para iniciar el movimiento. El rozamiento dinámico es la fuerza que actúa mientras el objeto está en movimiento. Y aquí es donde surge el paralelismo. Del mismo modo que para iniciar el movimiento de un cuerpo es preciso aplicar una fuerza creciente hasta vencer la oposición inicial del rozamiento estático, puede observarse un comportamiento casi idéntico en montones de otras situaciones.
En biología, para que se desencadene una infección es preciso superar lo que llamamos "umbral de infección". Esto es el número de agentes patógenos que, a modo de rozamiento estático es preciso superar para que se produzca la infección. Si a cualquiera de nosotros nos inocularan un único virus de la gripe, del sida, o de cualquier otra enfermedad, no desarrollaríamos la misma y no resultaríamos infectados. Asimismo, una vez iniciada la infección, nuestro sistema inmunitario ofrece una rozamiento dinámico al avance de dicha infección.
Pero aún en un ámbito más complejo como el de la economía podemos apreciar un comportamiento similar en las subidas o bajadas de precios en la oferta y la demanda. Que un proveedor baje unilateralmente el precio de un producto no supone una ruptura de precios a la baja, pero si son varios los proveedores que bajan los precios, se desencadena una serie de sucesivas bajadas de precios buscando la competencia que provocan una caída del precio de dicho producto. Esto por ejemplo acaba de suceder con el precio de la leche que se ha incrementado en un altísimo porcentaje, principalmente porque una gran cantidad de consumidores potenciales (la población china) ha comenzado a consumir este producto. Este número de consumidores estaba por encima del umbral, era superior al rozamiento estático y por ello se produce el incremento de precio. Pero este incremento de precios produce un rozamiento dinámico en los consumidores ya que muchos de ellos dejan de adquirir (ya sea por imposibilidad económica, ya sea por la pérdida de la relación precio/calidad) debido al incremento de precio.
Parece que se hubiese usado la misma plantilla para el funcionamiento de cosas tan dispares como arrastrar un mueble por el suelo, padecer una infección o el IPC. Parece que en todos esos casos pusiera en el fondo del envase "Made in this Universe by the same hand".
14 nov 2007
La pirámide y yo
Las pirámides de Jufú, Jafra y Menkaure |
Foto aérea de 1930. En la pirámide de Jufú puede apreciarse el ángulo cóncavo en las caras norte y sur |
¿Para qué se usaron las pirámides? Personalmente creo que no eran tumbas, sino cenotafios. Encuentro muchos motivos para esto. Por ejemplo, Snefru (snfr) se construyó (que se sepa), tres pirámides. Si fuesen tumbas no tendría mucho sentido hacerse tres, aunque tres cenotafios sí parece algo bastante plausible. Además, hay indicios como los que nos transmite Heródoto quien nos cuenta que Jufú ordenó excavar pozos funerarios (independientes de la pirámide) para que le sirviesen como tumba. Así las cosas, es muy posible que la costumbre de enterrar a los faraones en pozos se mantuviese, aunque los avances arquitectónicos permitiesen la construcción de imponentes monumentos en su memoria, en el interior de los cuales, sí, se colocaban inscripciones e incluso, por qué no, un sarcófago vacío. A fin de cuentas era un monumento funerario.
Pero hay un hecho que nunca dejará de asombrarme. Y es que Aketjufú, nombre que, siempre según Heródoto, recibió lo que hoy llamamos "la gran pirámide de Giza", fue concluida en torno al año 2.570 a.C con sus 147 m de altura. Y durante algo menos de 4.000 años, ningún otro edificio le hizo sombra, hasta que se construyó en el año 1.300 de nuestra era se construyó la catedral de Lincoln cuya aguja original medía 160 m (la actual mide 83). Probablemente jamás un edificio volverá a ostentar durante cuatro milenios el trono de la mayor altura erigida por un hombre, por un pueblo, por una civilización. Ya lo dice el proverbio árabe, "El hombre teme al tiempo. Pero el tiempo teme a las pirámides."
Calzoncillos de emergencia
7 nov 2007
Arquitectura Morlock
Fotograma de la película |
Mezquita Morlock en El Cairo |
6 nov 2007
La magia de Kom Ombo
Marcas de Kom Ombo |
El templo de Ombos, dedicado a Horus y a Sobek es el único templo egipcio conocido bajo la advocación de dos dioses. Por ello, presenta una curiosa estructura simétrica que hace de él en realidad un templo doble, o dos templos adosados. Tiene (tuvo) dos puertas en el pilono de entrada, dos puertas entre el patio abierto (primera sala hipóstila) y el patio cerrado (segunda sala hipóstila), dos puertas hacia el santuario y dos altares. Los templos egipcios tenían, además de su cometido sacro, funciones de índole administrativa o institucional, y concretamente el templo de Ombos fue lo más parecido a lo que hoy llamaríamos un centro de salud. Allí se reunían sacerdotes, curanderos, sanadores, médicos y cualquiera que dijese tener capacidades terapéuticas, para pasar consulta y ganarse la vida. Sea como fuere, muchos de los que se acercaban al templo con alguna dolencia salían curados o paliado su mal en el peor de los casos, y con el transcurrir de los años el propio templo acabó acaparando la fama siendo tomado por un lugar mágico. A aquellas viejas piedras la gente acudía a pedir a los dioses incluso mucho tiempo después de que el último sacerdote hubiese abandonado aquel lugar. E incluso cuando la arena comenzó a enterrar inexorablemente el edificio, los peregrinos seguían acudiendo ante aquellos muros a tocar con sus manos, día tras día, año tras año esperando impregnarse de la magia legendaria que desprendía aquel lugar y que, según habían oído, era capaz de sanar. Y siglos de caricias de fieles y creyentes acabaron conformando aquellas marcas verticales en los muros, y sin orden ni concierto en el suelo de granito y alabastro del patio.
Con el tiempo, estas noticias llegaron río arriba hasta Siena, y a las afueras de dicha ciudad, en la isla de Filae, la gente comenzó la misma práctica en el templo homónimo, bajo la advocación de Isis, si bien las marcas de Kom Ombo son más numerosas y profundas.
Nota: Como he tenido la misma discusión con mucha gente, a quien no crea que el sobo de los peregrinos puede socavar la roca arenisca al cabo de unos miles de años, le invito a observar el efecto producido por los besos de los fieles en la columna de mármol verde sobre la que está la imagen de la Virgen del Pilar, en Zaragoza, en tan solo unas centurias.