Siete detenidos en Badajoz por participar en un safari ilegal en el que se mató un tigre | elmundo.es
Yo suelo ser un humanista convencido. Suelo creer que la condición humana es noble por naturaleza, y que en ocasiones se corrompe. No obstante, hay veces que me encuentro en serias dificultades para sostener esta postura ante mí mismo.
El otro día vi en un informativo de la televisón la noticia a que se refiere el enlace de arriba.
En resumen, e intentando superar el asco que me produce tanto la acción como los actores, la noticia consiste en la detención de siete personas que se dedicaban en una finca de Badajoz, a la suelta y posterior asesinato de animales "salvajes", como tigres, leones, etc. En el momento en que la Guardia Civil entró en la finca descubrió un tigre recientemente abatido además de otros animales que salvaron la vida de milagro. En la televisión se veía a un león joven, escuálido y tuerto, encerrado en una jaula camuflada con ramas en el techo evidentemente para dificultar su localización e identificación desde el aire.
La diversión de estas siete basuras humanas, dado que no me merecen el calificativo de personas, entre las que se encontraba un menor de edad, era soltar al animal y abatirlo a tiros tan pronto salía de la jaula, siete armados contra uno desarmado, y rápidamente no fuese que aún así se les desmadrase, tan inútiles eran. Después, se hacían fotos al estilo victoriano, pisándole la cabeza al cadáver del tigre y fusil en ristre, apoyado gallardamente en la cadera, para conmemorar la heroica hazaña digna de un portetosísimo valor. A continuación se procedía al desollamiento del animal y a su decapitación para, de este modo, decorar algún salón donde, sentados en su sillón, alguno de estos malnacidos seguramente relatarían a sus repugnadas visitas lo avezado de su aventura, la arriesgada gesta y sin par sangre fría con la que abatieron, en solitario y desigual enfrentamiento al peligrosísimo tigre que sin duda les habría devorado allá en las lejanas selvas del gofo de Bengala de haber errado el tiro.
Lo más triste de todo es que entre nosotros haya gente tan sumamente inmunda y despreciable, y con tan poca estima de sí mismos que requieran matar a bocajarro a un animal tuerto, débil e indefenso para sentirse mejores. Para sentir que hacen algo importante. Es triste que haya vidas tan sumamente vacías que tengan que ser rellenadas de este modo. Es lamentable que haya gente con tal complejo de inferioridad que sólo puedan sentirse mejor matando a un animal supuestamente peligroso pero claro, se sienten unos mierdas por algo, y por tanto no se arriesgarán un pelo. Se le tiene sin comer una semana, si se queda tuerto mejor, y tan pronto como se abre la jaula se le mata. Y no le matan a tiros a través de los barrotes porque sería demasiado ignominioso incluso para desgraciados de este calibre.
Dado que la cárcel no puede remediar el problema de un enfermo mental de esta calaña, me pregunto si una oportuna lobotomización podría ser más aconsejable para estos casos. Ruego a las autoridades tomen en seria consideración mi sugerencia.
"El hombre es un lobo para el hombre."
Tommas Hobbes.
"... Y aún más para el resto de los seres vivos."
Lirón
Subproductos y diarreas mentales producidas por diversos excesos de índole cognitiva.
12 dic 2005
Trasvase va, trasvase viene
La 'resurrección' del mar de Aral | elmundo.es
En estos tiempos en que tan en boca está el tema del agua, me ha llamado poderosamente la atención una noticia a propósito de ese líquido elemento. Hay veces que parece que voces del futuro nos hablan desde el pasado. Pero tal y como pasa con los abuelos, que al estar de vuelta de todo, nos advierten de nuestros potenciales errores, no suele hacérseles caso.
La noticia trata sobre el mar de Aral. Uno de los mayores lagos que hay... Perdón, que había en la Tierra. Era un gigantesco lago (el cuarto del mundo) de 68 mil kilómetros cuadrados, medidos en 1960. A finales de los 90 ocupaba tan sólo 28 mil kilómetros cuadrados. Ruego al lector que visite en este punto la noticia siquiera para apreciar las fotos de satélite del lago tomadas en 1989 y en 2003. La diferencia de ambas en tan sólo 4 años es francamente alarmantes.
Y ahora bien. ¿Qué ha ocurrido aquí? ¿Qué ha producido este cataclismo ecológico y humano? Miles de personas han perdido su modo de vida. las ciudades costeras ahora están literalmente en medio del desierto, además de que la disminución del volumen de agua ha aumentado la salinidad hasta niveles desorbitantes que impiden el consumo de ese agua, además, esa misma disminución ha provocado que los vertidos contaminantes que antes tenían un impacto moderado, sean ahora de niveles intolerables debido a la poca cantidad de agua.
Muy sencillo. La obcecación humana por llevar la contraria a la sabia Naturaleza. La obsesión por crear campos de algodón donde de forma natural sólo podían crecer cardos, trayendo el agua trasvasándola de donde fuese necesario.
Al Aral le quedan 7 años de vida. Muchos de nuestros hijos nacidos o por nacer ya no sabrán lo que es el mar de Aral, aunque, como ácidamente cita la noticia, en los mapas, por recientes que sean, sigue apareciendo el mar de Aral en sus esplendorosos niveles de mediados del siglo pasado.
¿Seremos capaces de extraer una moraleja de este hecho? ¿Seremos capaces de ver que la solución para plantar tomates (o crear campos de golf) donde no hay agua no es traerla de otra parte? ¿Qué precio estamos dispuestos a pagar?
"El hombre no debería habitar donde no luciese el sol, o donde no corriesen los ríos."
Platón
En estos tiempos en que tan en boca está el tema del agua, me ha llamado poderosamente la atención una noticia a propósito de ese líquido elemento. Hay veces que parece que voces del futuro nos hablan desde el pasado. Pero tal y como pasa con los abuelos, que al estar de vuelta de todo, nos advierten de nuestros potenciales errores, no suele hacérseles caso.
La noticia trata sobre el mar de Aral. Uno de los mayores lagos que hay... Perdón, que había en la Tierra. Era un gigantesco lago (el cuarto del mundo) de 68 mil kilómetros cuadrados, medidos en 1960. A finales de los 90 ocupaba tan sólo 28 mil kilómetros cuadrados. Ruego al lector que visite en este punto la noticia siquiera para apreciar las fotos de satélite del lago tomadas en 1989 y en 2003. La diferencia de ambas en tan sólo 4 años es francamente alarmantes.
Y ahora bien. ¿Qué ha ocurrido aquí? ¿Qué ha producido este cataclismo ecológico y humano? Miles de personas han perdido su modo de vida. las ciudades costeras ahora están literalmente en medio del desierto, además de que la disminución del volumen de agua ha aumentado la salinidad hasta niveles desorbitantes que impiden el consumo de ese agua, además, esa misma disminución ha provocado que los vertidos contaminantes que antes tenían un impacto moderado, sean ahora de niveles intolerables debido a la poca cantidad de agua.
Muy sencillo. La obcecación humana por llevar la contraria a la sabia Naturaleza. La obsesión por crear campos de algodón donde de forma natural sólo podían crecer cardos, trayendo el agua trasvasándola de donde fuese necesario.
Al Aral le quedan 7 años de vida. Muchos de nuestros hijos nacidos o por nacer ya no sabrán lo que es el mar de Aral, aunque, como ácidamente cita la noticia, en los mapas, por recientes que sean, sigue apareciendo el mar de Aral en sus esplendorosos niveles de mediados del siglo pasado.
¿Seremos capaces de extraer una moraleja de este hecho? ¿Seremos capaces de ver que la solución para plantar tomates (o crear campos de golf) donde no hay agua no es traerla de otra parte? ¿Qué precio estamos dispuestos a pagar?
"El hombre no debería habitar donde no luciese el sol, o donde no corriesen los ríos."
Platón
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