Desde hace ya algún tiempo oigo con fuerza creciente un clamor en contra de la clase política, en el sentido de su ineficacia en el mejor de los casos, y corrupción, chanchullería, egoísmo y alejamiento de la realidad ciudadana en el peor. Y es totalmente cierto que nuestra democracia adolece de (entre otras muchas cosas) una pésima calidad de la política y la clase política. Pero ¿realmente es un problema de nuestra clase política?