6 jun 2007

1421: El año en que China descubrió el mundo

Hace unos cuantos años compré y leí un libro que ahora estoy releyendo por culpa de un ataque asperger. 1421: El año en que China descubrió el mundo es un trabajo de investigación (más o menos rigurosa, según se mire), llevado a cabo por el ex marino británico Gavin Menzies. El libro obtuvo bastante repercusión mediática en su momento (por eso lo compré) en los círculos de Historia Universal. Una serie de hechos verídicos e irrefutables, como el momento histórico de mayor poderío de China (la dinastía Ming a principios del siglo XV), las exploraciones del marino Zheng He, la presencia de algunos mapas difícilmente explicables, el hallazgo de restos arqueológicos chinos en la costa Este de África y otros similares, sirven a Menzies como punto de partida para tejer su hipótesis de que China (él, aunque de padres ingleses, nació en Hong Kong) navegó y cartografió todo el globo setenta años antes de que Colón desembarcase en las Antillas. Lo cierto es que aunque perfectamente construida, no deja de ser una hipótesis que a veces parece traída por los pelos y en ocasiones deja lagunas inexplicables, como el hecho de por qué los chinos se dejaron sin explorar precisamente Europa y limitaron sus exploraciones a todo el resto del deshabitado y subdesarrollado mundo. No obstante, tomándolo como lo que es (una hipótesis), es un libro de fácil y entretenida lectura que además ofrece una visión realista acerca de muchos aspectos de la cultura y la historia chinas poco tratadas en la literatura histórica occidental, como el grado de desarrollo de la navegación o las relaciones diplomáticas chinas con otras naciones contemporáneas. Por otro lado, aunque controvertido, el tema del predescubrimiento (en Historia se llama así a todas las teorías referentes a una hipotética llegada a América antes de Colón) es siempre un hilo apasionante del que tirar si no se pierde la perspectiva y no se cae en dar por cierto lo que tan sólo es una deducción, y si no se confunde un indicio con una prueba. Por otro lado, el libro ofrece un extenso perfil de Zheng He, el marino que para algunos inspiró el Simbad de Las mil y una noches, un prisionero mongol, castrado en su niñez (la política china del siglo XIV no se diferenciaba mucho de la actual, a los niños del enemigo se los castraba para que no pudiesen procrear nuevos enemigos), pero que llegó a ganarse el favor del Emperador consiguiendo que le encomendase las mayores exploraciones navales que se desarrollaron en la historia de China.
1421: El año en que China descubrió el mundo (560 págs.)
Gavin Menzies
Grijalbo, Madrid 2003
ISBN 84-253-3780-1

1 comentarios. Deja alguno tú.:

Anónimo dijo...

"Cuando usted domine estas 36 estrategias, estará preparado para encontrar soluciones a cualquier tipo de problema y será capaz de adaptarse a toda clase de circunstancias"

Dio mío de mi vida... Siempre seré una inadaptada. Me temo que no llegaría ni a la tercera estrategia, si son todas de un jaez similar.
No me veo pidiendo prestada una espada (¿será láser?) para matar a nadie, y menos moviéndome "en" el mar (¿sobre - bajo - en - cabe...?) sin ser vista por ser vivo alguno a plena luz del día (tal vez si me prestan un batiscafo).

Anónima y anonadada P

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